Yo quiero gritarles que perdón, que lo siento:

la vergüenza destrozandome la boca, tambien la siento.

Y que tengo ganas pero no me alcanzan. 

  

Quiero avisarte que mañana me voy

a esconderme por días, aterrada en partes iguales

de la soledad y de los ojos. 

  

Que hace tiempo me estoy yendo y por si no te diste cuenta

Eso que ves no es más que la sombra mía

Cuando me doy vuelta para ver mi cuadra

cada vez que me acerco al horizonte 

  

Para comprobar que el pasto no se secó

Y las casas no se cayeron

Y esa gente que vivía adentro,

dentro o fuera siguen viviendo. 

  

Y entonces gritamos y nuestras risas se mezclan,

y parecemos estar tan cerca en medio de estos densos silencios vitales.

Y ya no estamos envueltos de amargura.

Y no parece que estamos llenos de ella.