nadie sabe lo que aguanta un cuerpo hasta que a los 25
te duele
se cansa
y te sentís una nena
por haber vivido a los 15
el sueño de conquistarlo todo
de conquistar el mundo
con el único arma disponible:
unas piernas sensuales
y un cuerpo que se sale del short
que se sale del corpiño
que desborda por todos lados
nadie sabe lo que aguanta un cuerpo
hasta que se despierta y siente
mi adolescencia fue un chiquero
hasta que se despierta y piensa
este cuerpo dolido
pasó por manos
que jamás deseamos
pasó por manos de todos
pasó por ojos
pasó por manos
pasó por lenguas
pasó
y el cuerpo recuerda
mi adolescencia fue un chiquero
porque el embarazo era cuestión de suerte:
ninguna tenía la suerte de ser enseñada en la esi
a la que le tocaba, le tocaba
y porque al final
por el azar
no fuimos
madres adolescentes
porque las pícaras mentiras se hacían casi un bolo alimenticio asqueroso en la boca que no nos permitía:
1) comer
2) dormir
3) producir lingüísticamente un signo que no sea mentiroso
a veces, el bolo se hacía tan enorme que lo vomitabamos
y también nos atracabamos
porque el atracón le da al cuerpo deseoso
un poco de eso que anhela
para después
cuerpo ingrato
ir a vomitarlo
porque igual
si queríamos decir la verdad
jamás nuestra boca pudo emitir palabras
porque el cuerpo hablaba solo
y jamás decía lo que queríamos decir
nadie sabe lo que aguanta un cuerpo
y sin embargo, fuimos chicas adolescentes
a veces crueles
probando hasta donde es
lo que aguanta un cuerpo