Diluyo entre el ayer y el antes de ayer, mientras las melodías se lucen como si fuera la primera vez. Siendo brevemente consciente, me sorprende cuantas historias supe inventar en lapsos tan cortos, con un poco del recuerdo y otro del deseo, pero por más que siga con muchos relatos más, nunca llego al que quiero alcanzar.

Mis falacias cubren lagunas donde ya no se nadar, anhelando el agua recordar mas no lograr. A modo de consuelo, rostros borrosos me dan bocados a probar, con sabores que ya no se me permite distinguir. Los mismos muestran lienzos que parecen vidas pasadas plasmar, donde desconozco actuar. Es en ellos donde yacen las historias que jamás supe relatar, yaqué en las fotos resurgen vidas de las cuales el alzhéimer nos supo separar.