OLIVER
Siempre de noche en la ciudad de Rowim, Oliver caminaba por la vereda de la calle setenta y tres. Su
Con graciosa duda consideré que aquel ente de mi sueño era dios: esa figura deforme y animal que palpitando cambiaba
Pienso en mi pasado y en que cumplo veinte años en quince días la vida se pasa demasiado rápido cuando
Una vez más me encuentro sanando heridas producidas por un abusador tan presente como la primera vez. Fallando elocuentemente ante
El desamor se traduce como la inconclusión habida en los testamentos jamás cumplidos, expuestos en ciertas cartas llenas de intenciones
Los domingos de ramos se fueron consagrando costumbres sagradas, cuando ese color tan pasional, representante de nuestros deseos mutuos, florecía