Belleza inverosímil cual luna, imposible de retratar, verte es el lujo que ni los ricos se han podido dar, haciendo contraste con el cielo quien se pone opaco a tu lado, de luto por la estrella que se le perdió para estar aquí.

Que Dios tan egoísta tuvimos, tal que nos condena a vivir como simples mortales frente al edén hecho persona, solo para ver como quedamos fascinados y aterrados de ir hacía ella, porque nadie se consagra digno de tanta calidez ¿Qué manzana habré degustado para padecer este sufrimiento engendrado por no saber como llegar a ti?