Andria
I.
Andria:
canta y camina
vive.
¿Será consciente
de que aún
la espero?
¿Sabrá acaso ella
que en mi alma y mis huesos
su nombre grabado
canta y camina?
Andria:
le pediría un canto
suplicaría una caricia
iría a buscarla hacia el fin
de nuestros mundos.
Andría:
Mis ilusiones cargan
la longevidad de una flor de agave
y el renacer de las orugas.
Andria:
No te preocupes,
a mi también me angustia
aferrarme a tu recuerdo.
Si alguien te ama a la distancia
te van a arder los huesos.
II.
Preparé mi carne
como un festín
para llamar a las bestias
que habitan tus esquinas.
Si tu persona se esconde
bajo las injurias que defienden
tu orgullo,
¿Quién sos?
Yo solo añoro
un llamado:
«Te veo,
te añoro,
por nada en particular».
Quiero que extrañes mi aroma,
quiero que alguien busque
en avenidas y flores
la huella de un recuerdo,
busco ser ansiado.
III.
Ay, Andria,
canto y canto
y vos no estás.
Ay, Andria
tengo tanto miedo
de que me olvides
que estoy dispuesto
a más nunca
volverte a pensar.
Ay, cantame al oído
recitame tus poemas
canta, mi vida
canta conmigo.
Andria, mi flor nocturna
embriagame en tu rocío
Andria, mi ángel, mi furia:
Invocame en tus recuerdos de amor.
