Otro más
dale, no pares.
Seguí escribiendo
hasta que sangre
Que siga doliendo
para seguir viviendo.
Es el frenesí más lindo
el de nuestra convivencia.
La de la carne y la mente,
tu sangre y tu gente.
Tu boca y su aliento,
el sol y el momento.
Tallaría en piedra
aquello que amo
y si tan solo lo vieras
entenderías por qué lo hago.
Dame más, dame más, dame más
sangre, carne, ¡letras!
Dame más, dame más, dame más
Oro, plata ¡letras!