escribir 

es como recordar.

a cada nueva idea,

todo parece encajar.

me pregunto

si no habrá 

alguna magia

que se me escapa.

si es que yo no conocía ya

esas historias

que creo inventar.

tal vez es que las olvidé.

vuelven retazos

de los cuentos

que alguien más me narró,

una noche oscura

donde el fuego crepitaba

y sus chispas

le iluminaba apenas la cara.

¿quién eras?

es por tu hechizo

que estoy condenada a escribir.

embrujada por las historias

que necesito escupir

para que no me envenen 

el alma.

me vuelven tinta la sangre

y me hacen llorar

alfabetos enteros.

maldita para todas las lenguas

porque en todas

tendré algo 

para contar.