Dicen que los chicos deben dormir la siesta.
No se acepta la propuesta porque allí
están los libros también descansando en un estante.
Platero y yo se asoma en la mancha de humedad de Chico Carlo.
Y Bajo las lilas está Papaíto piernas largas, colección Billiken.
Las tapas rojas y duras brillan y el tiempo pasa rápido.
Detrás de la puerta está la silueta de mi madre.