Teatro Nō: la Esencia de la Cultura Japonesa

+8

De Expresión Ritual al Teatro Aristocrático

El es una forma tradicional de teatro lírico japonés que se ha desarrollado a lo largo de varios siglos. Se caracteriza por su elegancia, sutileza y profundidad espiritual, y ha influido significativamente en diversas manifestaciones artísticas y culturales de Japón.

Puesta en escena.

Legado Cultural del Periodo Muromachi

Esta forma de teatro musical se originó en el siglo XIV, durante el período Muromachi en Japón, período conocido como shogunato o Bakufu. Fue el segundo de los «Gobiernos de Campaña«; el shogun pertenecía al clan samurai Ashikaga y el emperador Go Komatsu ostentaba un poder simbólico.

En esta era florecieron diversas expresiones culturales que han perdurado hasta nuestros días, entre ellas:

La Ceremonia del Té, que si bien ya había ingresado en el archipiélago nipón, se coloreó de simplicidad y serenidad, reflejando el concepto puro de wabi, belleza simple o austera.

El arte del arreglo de flores, conocido como Kado, luego popularizado como Ikebana. Esta expresión tuvo sus primeras muestras oficiales en los eventos llamados Hana Awase, una suerte de competencia de arreglos florales que se llevaba a cabo junto a un concurso de poesía. La especialidad, dentro de la disciplina, era conocida como Tatebana, que se destacaba por seguir rigurosas reglas que consistían en crear arreglos florales verticales.

Bajo este contexto cultural de la época, y como suele ocurrir en las variadas disciplinas artísticas japonesas, nace el teatro Nō.

Sus raíces provienen de danzas rituales en templos, danzas populares, escritos budistas, así como de la poesía, mitología y leyendas populares, tanto japonesas como chinas.

El Sarugaku, juego de monos, para referirse a acrobacias, música, actuaciones cómicas y dramáticas, y el Dengaku, música de arrozal, se refiere también a la danza que se realizaba con esta métrica. Tenína escenas peculiares como las imitaciones de actos sexuales como una forma de alabanza por las cosechas. Ambas expresiones artísticas datan del siglo VII, llamado periodo Heian.

También, se interpretaba un tipo de canto y danza popular desde finales de la era Heian hasta la era Kamakura, por parte de unas bailarinas de excelente preparación cultural y educación, que debían poseer conocimientos en otras habilidades y entretenían a los miembros de clase alta: las Shirabyoshi.

Estas artistas vestían y usaban maquillaje de color blanco, de ahí el nombre de ritmo blanco con que se conocía a esta expresión: un tate eboshi (el sombrero alto del samurái), una espada, una hakama roja (pantalones polleras característicos), dos suikan (chaquetas), uno blanco y otro rojo, y un kawahori (paraguas). Todos estos elementos con que estaban ataviadas las artistas eran usados exclusivamente por hombres en la vida real.

Las Shirabyoshi, a través de sus danzas recitativas, y el kusemai, de contenido budista, habrían influido fuertemente en el teatro Nō.

Otras formas que aparecen como predecesoras en la evolución del , que se desarrollaron principalmente entre las comunidades de agricultores y pescadores, son los juegos de la fertilidad, Ta-asobi, donde se representa de manera teatralizada todo el proceso de cultivo del arroz como parte de las oraciones de la comunidad por una cosecha abundante.

Las personas asociadas normalmente con los templos y el teatro provenían principalmente de las clases bajas.

En la segunda mitad de la Edad Media, abandonaron los templos y santuarios y se convirtieron en protegidos de la clase militar, adquiriendo una gran capacidad creativa. Este proceso condujo a la formación del teatro Nō.

A partir del siglo X, surgieron profesionales del teatro y las artes relacionadas, que se diferenciaban de la gente común tanto en contenido como en expresión. Sin embargo, la gente común imitaba a estos profesionales y gradualmente comenzó a crear nuevas piezas basadas en sus propias experiencias y en su vida diaria.

Representaciones Iniciales del Teatro Nō

Luego de haber repasado sus influencias, podemos decir que las muestras tempranas de la disciplina las encontramos en el Genzai , que es considerado como el período de desarrollo más temprano del teatro Nō. Se extendió desde finales del siglo XIV hasta mediados del siglo XVI. Durante este período, se establecieron las estructuras y los elementos fundamentales, como los roles de los personajes, los estilos de danza y música, y los temas de las obras que pertenecían al mundo real.

El Fūryū Nō representa una refinación y una evolución estilística dentro del Genzai Nō, enfatizando la elegancia y la sutileza en la interpretación y la expresión de emociones, el uso de trajes elegantes y hayashi –acompañamiento musical–. La performance consistía en actos de imitación sencillos, que terminan evolucionando en obras con una naturaleza altamente dramática, mucho diálogo, estructura teatral sólida y rica en variedad de contenido, particularmente con una temática de tipo conflictivo.

El concepto del fūryū era tan importante culturalmente, que el más famoso escritor de haiku, Bashō, escribió “Los que aprenden fūryū en mi casa”.

¿Qué es fūryū?

Fūryū es lo contrario a lo mundano, por lo que no estaba fuera de un contexto moral. Se dice que es “muy severa la ley de la separación de la vulgaridad”, pero para convertirse en un individuo fūryū se determina que “no hay otro modo que rectificar la mente y separarse de la vulgaridad”, escribió el poeta, filósofo y crítico de arte Shūzō Kuki (traducción de Alfonso Falero de la Universidad de Salamanca). Es aceptar la vida con buena clase y educación.

El Ennen Nō es otra forma primitiva que se desarrolló en los siglos XII y XIII y se presentaba principalmente en templos y santuarios. Mientras que el fūryū era un tipo de teatro interpretado con trajes elegantes y música que evolucionó a partir de festividades lujosas y procesiones, el Ennen se convirtió en un arte religioso especial de los templos y algunas de sus danzas todavía se representan en algunas áreas.

El teatro Nō surge de una evolución artística a lo largo de los siglos del periodo Muromachi, con obras de pequeños diálogos, sencillos, hasta convertirse en dramas aristocráticos donde la música y el atavío de sus personajes ocupan un lugar prominente. No solo representa una forma de entretenimiento, sino un reflejo de la cultura, la espiritualidad y la estética japonesa que perdura a través del tiempo.

Autora: Andrea Rosales.

+8

4 comentarios en “Teatro Nō: la Esencia de la Cultura Japonesa”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *