Las emociones me consumen, me asfixian, me desbordan. Quiero gritar cuales son mis deseos, quiero vivir sin miedo. Por lo pronto mi valentía reside en las palabras, mi resistencia es abrazarme en el descargo para que el nudo no apriete y la mente no gane. Cuantas veces las historias me han salvado, cuantas noches mil lagrimas he derramado, las emociones me consumen, me asfixian, me desbordan; pero las palabras me sanan y ahí está mi triunfo.