Temo perder
lo que es mío,
pues siempre termino pensando
en mi profundo vacío
y en todas las cosas que en él caen
y jamás vuelven.
No quiero que allí se vaya
mi alma,
no quiero dejar de estar en calma.
¿Tan difícil es dejar de ser pequeña
para este cuerpo
que, a duras penas, aguanta
la pureza de ser
simplemente una mujer?
¿Hasta dónde llegará
el temor de vivir
varada en una mera arena movediza?
donde intento escapar
de mis preocupaciones,
del fracaso,
de algo que
a mí se me ha implantado,
de aquello que amé
y me destruyó
hundiéndome,
quemando y dejando arder
todas las cosas que una vez cuidé
y ahora no es más que
un montón de basura,
cenizas
que mi vacío ha tragado
para jamás volverlo a ver.
Así es como él me cuida,
desapareciendo todo
lo que en su momento me dañó
Pero, entonces
¿por qué me aterroriza
que mi esencia caiga en sus manos
y la destruya?
¿Será que eso es lo que soy?
¿tan solo un cuerpo de pura destrucción?