Perfectos desconocidos
Ahí estaba ella, justo delante de él. Era la chica de sus sueños: dulce, inteligente, compañera y sumamente hermosa. Al
Ahí estaba ella, justo delante de él. Era la chica de sus sueños: dulce, inteligente, compañera y sumamente hermosa. Al
Tuve un sueño una vez. Soñé que estaba sola caminando por un desierto abrasador, pero que ese desierto se transformaba
Estoy melancólica. O quizás sea tristeza. Mientras lo averiguo, escucho cómo Andrés Calamaro canta que en algún lugar me espera.
A veces me pregunto si esa imagen aún me pertenece. No me reconozco. No me veo. Esa no soy yo
Creí en tu historia, en tus ojos de cielo, en tus palabras cargadas de dulce fantasía, en la fuerza de