De humo

los tallos esfuerzos

hinchados compresos

llevados como globos de bilis

por manitas de niño

amorosas tersas

a la tabla

a la piedra

con denuedo tejido con cables de apremio

a cambio de una danza seria y respetable

que conceden las frías madres

un minué obediente

que ni los pillos eléctricos pueden dañar

pero qué alegría verlos

la belleza molesta de las moscas

que no pueden posarse sobre un grácil corcel en briosa carrera

pero allí estarán donde caiga muerto

como un beso amillonado

un banquete feliz antes del entierro

con verdadero amor