Afecto puro y patético que refuerza
el temor de olvidar los ojos amados,
espejo infiel y asimétrico
que hiere cuando mira y destruye cuando no.
Fantasma del futuro que transporta
mis confidencias infantiles,
hambrientas de equivalencia,
cristalizadas en el eterno retorno.
Existencia sin potencial,
nada más que una asíntota.