Hace un tiempo escribí sobre
cargar con un cuerpo
que se siente quebrado
de la forma más literal.
aferrada a unas manos que desgarraban.
sin soltar.
¿alguna vez te moviste
y podías sentir
cada parte de tu cuerpo
rompiéndose?
y no hablo de algo simbólico
sino físico
como si en vez de tener huesos
tuvieras vidrios rotos.
Ojalá hubiera sabido que
seguir en ese lugar
era lo que me rompía tanto.
Y haberme vuelto a armar antes,
de a poquito
juntandome
de a pasitos
sin soltarme.
Tus manos sostienen
son refugio
seguridad
y calidez.
gracias por volver a hacerme sentir
que puedo querer
sin abandonarme.
26 años. El duelo y la escritura.