Ya me criticaron en esta página porque dicen que, solapadamente, con la excusa culinaria, hago política a favor del kirchnerismo. Aunque nos dijeron “nunca bajen las banderas”, por esta vez lo vamos a hacer. Hoy voy a anotar una receta de cocina y nada más.

Las vizcachas se encuentran fácilmente en la región pampeana de la patria que es el otro.

Es conveniente elegir un ejemplar mediano de vizcacha, de unos 2, 5 kg. Para que se conserve mejor y durante más tiempo hay que envasar la carne de la vizcacha sin el hueso. Así podemos comer la carne sola y de esa manera vamos por todo.

Hemos de cortar la vizcacha en presas pequeñas, y hervirla cubierta apenas por agua y sal en una olla a presión hasta que la carne quede tierna y se desprendan los huesos. Verán ustedes que no fue magia sino cocción, y así la vizcacha habrá quedado deshuesada. 

Después vamos a volver a realizar otra cocción en una cacerola común (unos 25 min) de la carne deshuesada con: medio litro de vinagre, medio de agua, medio de vino blanco, una taza de aceite, 10 dientes de ajo sin pelar, dos cebollas medianas cortadas longitudinalmente en 6 u 8 trozos, 3 zanahorias medianas cortadas en rodajas de 3 mm, ramitas de tomillo y de romero seco, 3 hojas de laurel y 2 cucharaditas de granos de pimienta negra.

Se envasa todo en caliente, observando que una capa de aceite cubra la carne. Se quitan las burbujas de aire, se tapa y se esteriliza. Y recuerden todos y todas que para cocinar bien hay que estar atentos, tener cariño y  sintonía fina con la labor. Salú.