La escritura, tal y como la percibimos en nuestra actualidad, tuvo un origen místico dentro de un complejo sistema individualizado que se formó en ciertas regiones de la Antigua Mesopotamia siendo la más representativa y, en efecto, una de las primeras en formarse como civilización: la gran Sumeria, ciudad que se ubicaba en las cercanas fronteras de los Ríos Tigris y Éufrates.
Grandes asiriólogos, historiadores e investigadores de la antropología universal están de acuerdo con que los habitantes que crearon un primer acercamiento al orden social fueron los sumerios. A saber, en el libro «Apuntes sobre los orígenes de nuestra civilización» se plantea la siguiente incógnita: «¿cómo hemos llegado a ser humanxs civilizadxs?» Entonces vale la pena crear otra incógnita atenuando: ¿Fueron lxs sumerixs los primeros seres humanos en ser civilizadxs? Y de ser así ¿Cómo fueron capaces de crear las primeras impresiones artísticas en un marco históriográfico tan antiguo?
En primer lugar, los sumerixs fueron creaciones que provinieron de un linaje ancestral que ya venía evolucionando junto con el descubrimiento del •FUEGO• símbolo del despertar de conciencia más puro que le permitió a nuestrxs antepasadxs fortalecer su asentamiento en la tierra. En segundo lugar, se encontraron con la necesidad de perfeccionar la comunicación ya que la educación empezaba a modelar una nueva era evolutiva coordinada por saberes cósmicos. Pues, para darle inicio a la materialización del lenguaje, los sumerios descubrieron maneras de expresar lo que sentían-pensaban-idealizaban bajo la forma de pinturas rupestres y un tipo de escritura antigua denominada «Escritura cuneiforme». Dicho sistema de escritura no es un idioma en sí, si no más bien, la representación gráfica de dos idiomas sagrados: sumerio y acadio (territorio de Irak en la actualidad) y, por último, las prácticas culturales que se manifestaron en aquel período de crecimiento les permitió conservar sus textos más famosos e importantes en transcripciones realizadas en tablas o tablillas de arcilla tal como se ve en la presente imagen.
Sin duda, estamos íntimamente ligados a las actividades que se llevaron a cabo en los orígenes de nuestra civilización…entonces: ¿Por qué escribimos?
¿Escribimos porque el mundo necesita quien le escriba, redacte su paso por la esfera espacial? ¿Escribimos porque nuestro legado artístico es tan fuerte que las palabras son el producto de una enseñanza mucho más grande que la humanidad?
¿Escribimos para olvidar quiénes somos o para recordar de dónde venimos?
Escribimos para seguir creando.