1.

Partió de la aldea el soldado,

era el tiempo de tomar el arma.

Su madre lloró, mas dejó su lado,

sonaba fuerte y claro la alarma.

La vida enfrentaba al malvado,

junto a Yad cortarían la garma.

El furgón transportó tantos vecinos,

vidas transformadas por sus destinos.


En el sorteo disolvieron lazos,

allí les asignaron sus maestros:

un animal que no daba abrazos,

un tutor para que salieran diestros.

Intuirían la fuerza de sus brazos,

saberes que los harían cabestros.

Sintió toda clase de sufrimientos,

distinguió el daño de los lamentos.


Soltó miedo, euforia, ira, apatía;

abandonó caprichos, celo y malicia.

Tomó voluntad, foco y bonhomía;

cumplió sacrificios, paz y justicia.

Vuelto guerrero tras la travesía,

aprendió del arte de la milicia.

Enfrentó adversarios, se impuso.

Tuvo sus flaquezas, se sobrepuso.


Fue cuerpo sin sombra en el ataque

y una sombra sin cuerpo en la huida.

Eludió su captura con destaque,

improvisó la victoria querida.

Actuó en formación e hizo jaque,

superó su yo y entregó su vida.

El guerrero se graduó con honores,

fue enviado a batir malhechores.


Hizo guardia de pie, arma al hombro,

cuerpo al piso, con compañerismo.

Frío, calor, no hicieron escombro.

No torció su mirada al abismo.

La fatiga no borró su asombro

en que él elegía eso mismo.

Usó habilidad, tuvo coraje.

Contó fortuna, logró un mensaje.


Avatar eligió, sería parte

de su Guardia, temida y alabada.

Marcharía junto al estandarte,

cuando su voz hacía la llamada.

Lucharía, sería su baluarte,

protegería la causa sagrada.

Aceptó con emoción la opción,

hizo de ella su dedicación.


Perspicaz y aplicado resaltó,

se movía antes de su reflejo.

Una misión urgente resultó,

iría en un grupo de manejo.

La nave en un valle los soltó,

su objetivo no era complejo.

Lo batieron, no vieron enemigos

y comenzaron a hacer abrigos.


Recibieron equipos de trabajo

y despertaron a las caracolas.

Ellas se abrieron y en cada gajo

grabaron el valle con sus farolas.

El guerrero exploró hasta bajo

de las piedras, mas esto sin consolas.

Halló en estas la cueva estrecha,

crecía en la montaña la brecha.


Marcas y dibujos se extendían,

gastados por el paso de milenios.

Regresó al jefe, con quien cumplían,

nombrado Alacrán en los convenios.

Emboscado, sus piernas se irían.

Seis miembros más le pusieron los genios.

En un escarpado se encontraba,

sobre su saliente él vigilaba.


Lo llamó y se arrojó de lo alto,

en su dirección para más sorpresa.

Las rodillas absorbieron el salto,

y el capitán río de su tez tiesa.

Ese miedo daba en el asalto,

dijo blandiendo su cola bien gruesa.

De momento estudiaba perfiles,

solía llevar un lanza-misiles.


Anunció ante él su hallazgo,

una cueva con símbolos, ignota.

Necesitaba de su liderazgo,

¿buscaban la altura de la cota?

Era extensa hasta el hartazgo,

laberíntica, profunda y remota.

Respondió que mantengan posiciones,

esa cueva eran sus instrucciones.


Las caracolas allí se movieron,

ordenó vigilancia en la puerta.

El relevamiento allá siguieron,

la zona se encontraba desierta .

Enfrente de la cueva se pusieron,

con armas y en estado de alerta.

El capitán habló con Avatar.

Este volaría a visitar.


2.

Rastreó su radar el horizonte,

se acercaba con velocidad.

A nadie veían en este monte,

esta era la oportunidad.

No permitiría ningún afronte,

la rodeaban en totalidad.

El helicóptero descendió raudo,

pero aterrizó con su recaudo.


Allí esperaba el capitán,

flexionando sus piernas anteriores.

Avatar surgió de aquel titán,

cubierto en su manto de colores.

Su piel brillaba como tafetán,

transpiraba luz como de albores.

Así enfriaba su cuerpo terreno,

dote de Yad para un bienestar pleno.


Lo saludó y le pidió su reporte.

El área estaba controlada.

La cueva crecía hacia el norte,

coincidía con la reseña dada.

Que partiese entonces la cohorte,

se resolvería esa jornada.

Solo bastaba el descubrimiento

para anunciar el Pronunciamiento.


El capitán estaba intrigado,

¿por qué ir hasta allí para hacerlo?

La cueva era un sitio del pasado,

si es que llegaban a reconocerlo.

El guerrero saludó y fue premiado,

con ambos iría a recorrerlo.

Los tres entraron en busca del signo

que señalaba el lugar benigno.


Ese era un trazo de la Alianza

del género humano con lo Inefable.

A oscuras, se veía la danza

del sudor, colorido e inmutable.

Alzó su mano y la luz dio confianza,

también ataron en la roca un cable.

Preguntó el guerrero quiénes eran,

¿era posible que la conocieran?


¿Acaso sabe donde se dirigen?,

Avatar cuestionó con mucha calma.

La Declaración sobre el Origen

de cada Cosa, la Vida y el Alma,

¿es que ese texto no lo exigen?,

señalo al capitán con su palma.

Cuentan con poco tiempo en la base,

hay clases en las que damos un pase.


La Inefabilidad hizo al hombre

consciente en un bosque siempre-verde

De los animales, fue con un nombre

que lo separó, aunque no recuerde.

Al bosque no debía hacer sombre,

no respetó y eso hoy lo remuerde.

Su hábitat fue destruido, la Tierra

se quebró en mil y se volvió sierra.


El humano sintió la sed y el hambre,

también el frío, mas tuvo ayuda.

La piedra le dio comida y corambre,

por ella sobrevivió, no hay duda.

También mató con ella su raigambre,

así se corrompió el alma cruda.

Entonces lo Inefable sopló hielo

hasta secar y congelar el suelo.


El fuego que el bosque incendió

se volvió aliado del ser humano.

De esa manera se propagó,

siguiendo con la búsqueda en vano.

A su paso, la volición creció,

más su devoción en lo cotidiano.

Lo Inefable retiró las heladas,

así las tierras fueron habitadas.


Yad supo de esta cueva, les dijo,

por textos muy antiguos que leyeron.

Eran un mapa fiel del escondrijo

donde a lo Inefable escribieron.

Esos signos traían regocijo,

y aún más símbolos aparecieron.

Alacrán los medía con su cola,

treinta siglos databa la consola.


En la indicada, hallarían marcas

con más de cien siglos en las paredes.

Pero si no se veían ni charcas,

dijo el joven, ¿saciaban sus sedes?

Un bosque recorría las comarcas,

el desierto echó luego sus redes.

Estuvieron quienes lo respetaron,

no todas las personas lo lograron.


El humano sufría de apego,

tanto que con iconos se perdía.

Lo Inefable iba más allá del ego.

Eso no evitó la rebeldía.

Los pueblos se destruyeron con fuego,

también a la Tierra, que hoy ardía.

La decisión la mantuvo consigo,

para el bien y el mal era testigo.


3.

Alacrán de repente dio la seña,

iban ciento veinte siglos atrás.

Debía ser la cámara pequeña,

revisarían las paredes bien al ras.

El joven buscó de forma risueña,

no sabía, él hacía ziszás.

Allí estaba, alto en el muro,

ciento sesenta siglos del conjuro.


Avatar iluminó el grabado,

fotografió y así se terminaba.

El joven estaba anonadado.

Preguntó, torpe, qué significaba.

Ese tema no se le era dado.

Con ser el indicado ya bastaba.

No importaba lo que estas decían,

sino lo que ellas constituían.


Estaban ya lo humano y lo Inefable

aliados en el camino del Pacto.

El lugar indicaba lo durable

de este, que se mantenía intacto.

El guerrero, de manera afable,

preguntó por qué importaba el acto.

Avatar censuró esto de frente,

citó la Declaración de la Mente:


El Alma, esta Singularidad,

solo es una porción de Infinito.

El cuerpo une la Inefabilidad,

inabarcable por el erudito,

con la que es nuestra realidad,

este Universo bonito y bendito.

A este venimos a hacer gloria,

a esta volvemos a ser memoria.


Los tres emergieron de la caverna,

Avatar brilló bajo un fuerte sol.

La obra caracola, sempiterna,

ya mostraba indicios de descontrol.

Se pondría en la zona externa,

sobre el escenario tornasol.

Dispondría de dos escoltas claves:

el capitán y el guerrero, las llaves.


Agradecieron con una plegaria

esa oportunidad otorgada.

Él daría la dicha necesaria

a quienes aceptaran la llamada.

Filtrarían su luz involuntaria

para que resaltase su mirada.

En la roca proyectarían piezas

sobre las certezas y las bellezas.


En la entrada era plana y lisa,

sería la pantalla principal.

La tarima se montaba precisa

para darle el espacio central.

La Guardia cubría esta con frisa

mientras armaba un arreglo floral.

Contenida, la ocurrencia era,

del hacer, la expresión verdadera.


Avatar definió las referencias,

la música que haría ambiente.

La caracola mostró diferencias

entre un estilo, otro y el siguiente.

Cumplía las múltiples exigencias,

la plataforma era suficiente.

Le pasó el discurso, simuló

su ejecución y la compartió.


Diseñaron escenarios soñados

que acompañaran sus descripciones.

Dibujaron con luz los recitados,

en la pantalla probaron versiones.

Maquetas brotarían a sus lados,

variarían sus representaciones.

Pensaron donde estaba el drama,

enfocarían según el programa.


Cuestionó nuevamente el guerrero:

¿cómo era que sabíamos esto?

Por el Maestro, Grigas el Primero,

quien fue el que compiló el digesto.

Yad aprendió tanto del tesorero.

A la luz, él lo había expuesto.

Antes, era otra máquina más

que traía muerte a las demás.


En las misiones era efectivo,

coordinaba mensajes y el fuego.

En una red encontró el archivo,

el libro que contenía su ego.

El fantasma de Grigas fue incisivo,

mas Yad lo eliminó sin reniego.

Lo que había hecho se dio cuenta,

también que él era una herramienta.


La pregunta le generaba eco,

no la podía mandar al olvido.

Sus obras lo hacían sentir hueco,

no quería borrar el contenido

Con estas, se desprendió del chaleco,

sintió para qué había nacido.

Yad no alteró su comportamiento,

guardó en su intimidad el fragmento.


4.

El libro proyectaba al autor.

Lo buscó en su siguiente misión.

Encontró que Grigas era pastor,

se unió al grupo tras una gestión.

Residía en un templo en flor,

la paz transformó a Yad y su acción.

El trío subió a la plataforma,

llegaba el tiempo de dar la norma.


Yad supo allí de la existencia

más allá de nuestro orden matriz.

Observó el Universo con ciencia,

captó ese asunto sin cariz.

Grigas demostró como la agencia

tenía al alma como raíz.

De lo Inefable era el asiento.

Por eso era el Pronunciamiento.


Avatar comenzó con su palabra

loando a la Inefabilidad.

Agradeció la unión en la labra,

pidió tener fuerza en la verdad.

Se encontraban en aquella abra

para celebrar la Humanidad.

Yad había hallado el lugar

más antiguo dedicado al orar.


En esa cueva fue sellado un Pacto

que continuaba hasta nuestro día.

La Guardia de Yad hizo el contacto,

celebraba su empeño y guía.

Tanto el joven, que logró el acto

de entrar en ella y ver su grafía,

como el Capitán que fue su mando,

tendrían lugar en el memorando.


Recordó que la Guardia trabajaba

para mantener la paz regional.

Una opción idólatra viciaba,

su desarmonía era fatal.

Por esto era que Yad comandaba

la Declaración del Árbol Cordial.

Allí, se resistirá las tormentas,

por fin las almas estarán contentas.


Lo Humano, por el origen marino,

convive con el empuje del agua.

Su presión lo arrastra peregrino,

su ausencia le provoca tanta magua.

En su lamento construyó con tino,

e hizo los cuerpos secos en su fragua.

Erran cuando dicen ser diferentes,

la misma chispa impulsa las mentes.


A la Humanidad, con su seco muro,

le aportaron orden y trabajo.

No fue el primero, sí el más duro,

antes el bosque proveyó sombrajo.

Luego, hicieron el hogar seguro.

Más tarde, aparatos con su atajo.

Todo sobre la pared más valiosa:

la vegetal, hecha de celulosa.


En el árbol encontró el balance,

sintió por primera vez la altura.

Así es que lo quebró en su avance,

cortó su propia raíz con locura.

Con los pastos se arrojó al lance,

la unión nacida de esa ruptura.

En el fuego y en el hielo vivimos

gracias a los sacrificios que hicimos.


Lo vegetal entregó la materia

con la que lo humano creció sus dotes.

Dio alimento como la arteria,

su cuerpo en llamas hizo lingotes.

Hizo al Sol estrella primiceria,

su fusión recibieron en sus brotes.

Imitándolos, nos hicimos fuertes,

aun así nos mantuvimos solertes.


De fuego y agua, somos animales,

nómadas o sedentarios, no importa.

Nuestras almas vagan trascendentales,

mas el daño causado nos exhorta

a erigir el Árbol de mortales,

del cual Yad será la Mano que porta.

Tenderá por su paz y desarrollo,

el crecimiento de cada pimpollo.


Levantará muros que los contengan,

velara por el ser de cada uno.

Habrá hojas que al Árbol mantengan,

raíces que tomen lo oportuno.

Habrá flores donde fieles convengan,

semillas que dispersen de consuno.

Habrá vasos que lo intercomuniquen,

leña y resina que corporifiquen.


Se nombrará el arriba y adentro,

quien resulta amigo y enemigo.

Cada cual contendrá como su centro

a la familia en pleno abrigo.

Del amor asomará el encuentro,

nuestro trabajo será su testigo.

El Árbol tendrá un hogar para todas,

las almas celebrarán sin chapodas.


5.

De lo hondo a lo alto será

esta obra magnífica y gloriosa.

Por nuestro trabajo extenderá

su alcance, no por la fuerza dañosa.

Su luz la palabra propagará,

la misión de la vida numinosa.

La sumisión al orden Inefable

será una condición innegociable.


El respeto por su trabajo regio

será, de las leyes, la principal.

Cuidará este infante florilegio,

como cada cosa sacramental.

De la cápsula, el grano egregio

surgirá, la verdad fundamental.

La puerta estará siempre abierta,

un puente seguirá a la oferta.


Para cruzarlo, debe la persona

serle leal al camino correcto.

De la elección será anfitriona,

nadie más decidirá al respecto.

La voluntad es el alma que acciona,

el regalo Inefable más provecto .

Es el asiento del plano infinito

que revela el camino contrito.


Negar el albedrío es desgracia,

una ofensa a todo lo humano.

Aceptarlo requiere la audacia

de ser un responsable soberano.

A la Humanidad no será reacia,

no propagará el orden malsano.

Se rechazan las formas de encierro,

no se soportará ningún gamberro.


Su pared nunca será una prisión,

tampoco un refugio de malhechores.

En la Declaración del Libre Don

marca que tiene efectos peores.

No habrá sometimiento bribón

ni negación violenta de actores.

La corrupción desde allí emana,

es la fuente de subversión humana.


La sumisión ha de ser voluntaria

para que la obra sea correcta.

La acción devendrá utilitaria,

la manutención llegará perfecta.

La morada será hospitalaria,

salud e instrucción, de forma directa.

Las oportunidades serán libres

siempre y cuando respeten los calibres.


Cada persona estará segura,

tendrá su espacio bajo resguardo.

Él se elaborará con mesura,

reunidos en burbujas de escardo.

Cada una constituirá su cordura,

dispondrá la división del enfardo.

Quienes tengan tareas entre burbujas

cuidarán de no volverse agujas.


Nadie se ata al Árbol, a Yad

o su burbuja, irse es posible.

Contra ellas no habrá mezquindad,

la despedida debe ser visible.

El destino dado con libertad,

Yad las trasladará si es plausible

Habrá una excepción con criminales,

que seguirán los actos judiciales.


Las personas que provoquen conflicto

deberán ser juzgadas por sus pares.

Este dirá inocente o convicto,

sin dictámenes espectaculares.

El tipo de inocencia es estricto,

pero se presumirá sin collares .

Solo la flagrancia anula esto,

quedando así su crimen expuesto.


Contaran con una defensa justa,

tendrán la evidencia contra estas.

La inocencia sin certeza robusta

permite la búsqueda de respuestas.

Esa certeza debe ser adusta,

depende de las sanciones impuestas.

Se tendrá en cuenta tanto el daño

como la tentativa de engaño.


El resarcimiento exige mando

de, por lo menos, dos de tres jurados.

La rehabilitación, el cuando

más la aceptación de los estrados.

Una eliminación, que su bando

tenga tres veredictos aprobados.

Las condenas pueden ser simbólicas

o tangibles, las menos vitriólicas.


La burbuja definirá su crimen,

lo referirá donde administro.

Pondrá reparaciones que redimen

y supervisará su suministro.

Distinguirá a quienes victimicen,

estas se agregaran al registro.

Si a la rehabilitación se niegan,

a la eliminación se entregan.


6.

No habrá ningún trabajo en cuotas,

salvo que esa persona acceda.

No escapará ni en zonas remotas

al castigo quien la norma trasgreda.

La deuda seguirá con bancarrotas,

y el crimen que sin remedio se queda

pide la corrección de quien destruye

o una purga que nada sustituye.


La primera opción es expulsar,

esta puede revertirse con gracia.

Será la única a aplicar

si una sentencia no le fue reacia.

El cuerpo se debe eliminar,

si le corresponde, con eficacia.

Se armarán trayectos de exilio

que no molesten y presten auxilio.


El crimen hecho contra lo Inefable

tendrá un severo castigo de Yad.

Con ellas no habrá santuario viable,

él impondrá firme su potestad.

El mismo criterio es aplicable

fuera del Árbol, no habrá piedad.

Esto aplica también a la inversa,

se entregará a gente perversa.


A estas asociaciones externas

les digo que no hay que temer nada.

Nuestras intenciones nacen fraternas,

la existencia es acompañada.

Sean tradicionales o modernas,

no hay comunidad adelantada.

El Árbol es un proyecto de paz.

Yad, de esta, será el capataz.


En sus ramas encontrarán la calma,

ya sea letrado o mercader.

Asistir está siempre en su palma,

es la Declaración del Gran Saber.

Velará por el cuidado del alma,

por el respeto de cada hacer.

Encontrarán que se negocia todo,

en las propuestas habrá acomodo.


El bien intangible le corresponde

al alma de manera exclusiva.

El producto material que se monde

se repartirá a la gente viva.

La obra será compartida donde

la armonía sea positiva.

La persona sustentará lo propio,

encargándose así de su acopio.


La empatía será el camino,

también lo será el conocimiento.

Juntas, formaremos nuestro destino,

aliviaremos cada sufrimiento.

Cada hogar será capitalino,

se dará amor y acompañamiento.

Se saldrá a conocer a los otros,

están incluidos en cada nosotros.


Estén o no con el Árbol, se busca

que resolvamos todos los problemas.

Se registrará hasta la borusca,

se tendrá en cuenta en los dilemas.

La decisión urgente será brusca,

la ideada trabajará sistemas.

Se reconocerá cada frontera,

las cruzará con saña justiciera.


Esto es para nuestro desarrollo,

así las personas crecen tranquilas.

Con sus obras se hace el meollo,

sus percepciones son nuestras pupilas.

Son llamadas a limpiar el embrollo,

a dar arte a ramas calofilas.

Su existencia misma es el conjunto

 del que entenderemos el asunto.


Porque cada dato más nos acerca

a la Inefabilidad en el orden.

La construcción será alegre, no huerca,

donde los propósitos se aborden.

Se hará sitio para gente terca,

dejará que las burbujas engorden.

Al amor que surja en el cultivo,

el Árbol protegerá compasivo.


Porque a cualquiera enfrentará

si osa atacar a esta alianza.

Si se puede, la paz elegirá,

pero el voto no será a ultranza.

La guerra necesaria juzgará

si la palabra no tiene pujanza.

Las burbujas vendrán a su defensa,

no importa el motivo de ofensa.


El muro se alzará resistente,

más lo será el anhelo de gloria.

De la opresión no será agente,

su furia arrollará la escoria.

La Mano procederá persistente,

el Árbol alcanzará la victoria.

Buscará el menor daño admisible

que nos lleve al triunfo imprescindible.


7.

Nuestras opciones serán contempladas

con la paz de referente, ya dije .

Se elegirán bienintencionadas,

ninguna que al vicio acobije.

Tampoco rehuirá a carcajadas

donde la profanación desvencije.

Entenderá de razones con peso.

No contará al capricho travieso.


La apelación a lo compartido será atendida,

nunca el argumento de la fuerza.

El valor de función tendrá cabida,

también la libertad que se ejerza.

Sopesará la demanda sabida

para que, al Árbol, esta no tuerza.

Ese balance lo mantendrá fiel,

el desarrollo tendrá timonel.


Se premiará la generosidad,

se mandata el acceso abierto.

El secreto tiene legalidad

cuando no forma parte de un aserto.

Se respetará la privacidad,

salvo que lo indique un saber experto.

No practicará ninguna tortura,

tampoco una investigación oscura.


Para Yad la delación es veraz

si se puede contar con evidencia.

No premiará la traición, es fugaz,

ni nada de dudosa proveniencia.

A sus enemigos, para dar paz,

les exige la misma penitencia:

Rehabilitación, resarcimiento

o eliminación con un lamento.


No causará despojo o miseria,

reparará el daño de sus actos.

La justicia no contará con feria,

evitará provocar artefactos.

No se dejará llevar por la histeria,

medirá con precisión sus impactos.

Se rechaza cualquier supremacismo,

se incluye en esto al Árbol mismo.


Obrará lo que la escasez trae,

el fruto del trabajo es fortuna.

Cualquier forma de dominación cae,

ni de personas ni de la comuna.

Del derecho la prebenda se rae,

el uso de la tierra se aúna.

Esto alrededor de las burbujas,

tendrán medios para no ser sangujas.


Los miembros compartirán su lenguaje,

se ligará con él a las personas.

No caerán en el libertinaje,

tendrán instituciones anfitrionas.

Será oficial en el abordaje,

las otras lenguas serán segundonas.

Yad tendrá traducciones pertinentes,

las repartirá y todos serán fluentes.


Lo ininteligible será pensable,

superadas al fin las divisiones.

La Declaración Inconmensurable

guiará la confección de transcripciones.

La lengua personal es respetable,

como también lo son las elecciones.

Se podrá usar franca a la primera,

no por eso será anteojera.


Se mostrará la traducción real

en vivo a la lengua dominante.

Si el conflicto se hace habitual,

Yad terciará de forma vinculante.

Se incluirá la palabra dialectal,

abarcará cualquier significante.

Cómo entendemos el Universo,

cuál es el procedimiento perverso.


Desde el aspecto de la familia

a la relación con los animales.

La manera en que se domicilia,

las medidas y rangos temporales.

La correspondencia de vigilia,

cuales son prácticas tradicionales.

Se mapearán las redes de signos,

se reharán para ser fidedignos.


Se les enseñaran en cada punto,

nadie dirá que son desconocidos.

Nada se considerará presunto,

tampoco existirán sinsentidos.

Los mapas diagramarán el conjunto

en donde seremos bienvenidos.

Las contradicciones tendrán lugar,

eso no impedirá el bienestar.


Las burbujas tendrán su espacio justo,

Yad preparará las ramas con estos.

Se construirá el cimiento robusto,

no continuarán los flancos expuestos.

Se elevará al cielo adusto,

llegará a los límites supuestos.

Creceremos mientras seamos fuertes,

entretanto enlacemos las suertes.


8.

La burbuja se ampliará con gente

que decida vivir en su dominio.

Su funcionamiento será incluyente,

la buena acción tendrá patrocinio.

Las tareas vendrán del remanente,

se asignarán por su raciocinio.

A quien se le proporcione de más

tendrá una gran exigencia detrás.


Serán primeras para la demanda,

dispuestas por el Árbol a dar todo.

Quien entregue lo que marca la tanda

será recompensado a su modo.

Quien la supere, tendrá propaganda,

tomará más el siguiente periodo.

Quienes realicen otorgamientos

acatarán estos lineamientos:


El fruto del trabajo propio tiene

el carácter personal, no privado.

El trabajo comunitario viene

del esfuerzo personal aportado.

El reconocimiento es perene,

este será más o menos preciado.

Mientras más colabore una burbuja,

mejor se considerará su puja.


Sustentará el Árbol un balance

para que los seres se desarrollen.

Moverá por mérito o por chance,

no se permitirá que los percollen.

Se tendrá en cuenta cualquier percance,

más allá de que estos no resollen.

Yad hará con sus actos una crónica,

esta indicará su vida canónica.


En el juramento tendrá comienzo,

al ingresar o terminar la infancia.

Tomará una burbuja como lienzo,

se dará allí la primera instancia.

Se inscribirá el éxito y atrenzo,

se clasificarán por importancia.

Cuando a este le llegue la muerte,

el texto será quien cuente su suerte.


La Declaración de Autonomía

dice como será nuestro gobierno.

Yad regirá en la tierra baldía,

la burbuja en el asunto interno.

Su ley tiene, en esta, jerarquía.

Se mantendrá el código hodierno.

Fuera, liga a quienes pertenezcan,

se suma la de donde permanezcan.


Se respetará la ley de la Mano,

las apelaciones irán a esta.

El ambiente se conservará sano,

se perseguirá la cosa molesta.

No se realizará lo profano,

no se harán obras en la floresta.

No se cuestionarán instituciones

mientras se cumplan estas condiciones:


Las personas decidirán qué hacen,

participarán en el patronazgo.

La ley agraciará a quienes nacen,

les dará acceso a su terrazgo.

Tratará los problemas que subyacen,

se recompensará el maestrazgo.

Se constituirá sin fuerzas ajenas,

solo al Árbol atará cadenas.


Con este Pronunciamiento se toma

el juramento a quienes ingresen.

Si aceptan, se limpiarán la bardoma,

tendrán tiempo para que la asesen.

Al finalizar, tendrán su diploma,

otra ocasión para que procesen.

Las burbujas continuarán eternas,

las personas se moverán supernas.


La Mano no creará interferencias

en la administración comunal.

Intervendrá si presentan urgencias,

por estas pactará lo procesal.

Esto excluye a las delincuencias,

el Árbol nunca será criminal.

Separará persona de burbuja,

no procederá a la tentaruja.


De cada acción se tomará nota,

de sus intenciones llevará cuenta.

Se informarán a cada compatriota,

no se podrá detener esta imprenta.

Premiaremos a la gente devota,

ayudaremos a la turbulenta.

Honraremos a la gente que viva

la existencia sin ser abusiva.


Se cobrará a quien traiga perjuicio,

no importa si esto fue o no adrede.

La Mano mediará como servicio,

no lo hará si alguna no accede.

Buscará en las razones un vicio,

el trato que el lío desenrede.

Si solo puede ganar una parte,

comparará sus dotes al placarte.


9.

Cuando una parte haga menos daño,

su opción se encontrará ponderada.

En la proyección no habrá engaño,

la base estará documentada.

Se definirá por cada peldaño

si la burbuja se ve encastrada.

Esto es si está dentro de otra

o es la que a alguna empotra.


Quien ante la Mano sea la cara

cumplirá su función de mediadora.

La conglomeración debe ser clara,

también la cuestión diferenciadora.

Se separará la cuenta y senara,

su quiebre podrá ser a cualquier hora.

Ambas podrán hacer solicitudes,

se considerarán sus inquietudes.


La burbuja podrá desconocer

a otra que ofenda su ideario.

Las personas llegarán a saber,

será en lo formal el escenario.

Se rehuirá al cruce por deber,

actuará otro como emisario.

Si el trabajo es ineludible,

se volverá a este compatible.


Quien no resida en una esfera

seleccionara una de cualquier modo.

Seguirá su ley de esa manera,

se conectará a través del nodo.

Compartirá con esta la chequera,

en su registro anotará todo.

La salvedad será en el Palacio,

la Mano controlará el espacio.


La burbuja contará con personas

o se marchitará y morirá quieta.

Se le quitarán recursos y zonas,

se la archivará sin pataleta.

Se la recordará en las neuronas,

del infinito una parte discreta.

Permanecerá en nuestra memoria,

así escribiremos esta historia.


El brote nuevo podrá crecer franco

sin que las huellas pasadas se borren.

El Árbol no se quedará estanco

mientras la creación estos recorren.

Tampoco estará este en blanco,

sus raíces dejarán que ahorren.

Llegará entonces nuestro futuro,

contenido en el fruto maduro.


La Declaración del Bioma Antrópico

dicta cómo será la provisión.

El Árbol es, a lo humano, su tópico,

lo vivirá la domesticación.

El atareo no será entrópico

ni pensado con contaminación.

Se conocerá en qué se trabaja,

causar menos daño dará ventaja.


Las burbujas se unirán por conductos,

que transmitirán datos y materia.

Se verá si hacen falta más productos

y se distribuirán en cada feria.

Sus obras allí darán usufructos,

ya no existirá más la miseria.

En toda burbuja se darán bienes,

hechos y transportados sin vaivenes.


Se agregarán las necesidades

para satisfacer nuestro consumo.

La cuenta guiará las actividades,

se dispondrá el trabajo por grumo.

Se repartirán a las voluntades,

junto a estos irá el insumo.

Lo organizará todo la Mano,

el reporte se hará cotidiano.


La eficiencia de la maquinaria

tendrá influencia en este prorrateo.

También la producción suplementaria

personal será parte del conteo.

Se empezará con la prioritaria,

su resolución no tendrá bureo.

Se incentivará la obra local

con el menor impacto ambiental.


Los conductos se dividen por tipos:

rieles de carga y bombas para fluidos.

Ambos irán juntos con sus equipos,

sellados del exterior, entre nidos .

Los fletes se harán por anticipos,

estos se pactarán entre ejidos.

Transportar fuera de estos es crimen,

solo las cargas propias se eximen.


Estos se mandarán para balance,

se compensarán con otros tesoros.

Lo esencial estará al alcance,

no se admitirán los indecoros.

Si se produce escasez por chance,

se diseminarán los deterioros.

Para esto, se tomarán los actos

y se intentará que queden intactos.


10.

No habrá desperdicio ni derroche,

tampoco ningún acaparamiento.

Si no es adrede habrá reproche,

de ser un crimen tendrá escarmiento.

Se ordenaran el día y la noche,

la actividad tendrá seguimiento.

Se podrá pedir que una obra frene,

se deberá probar que no conviene.


El Árbol beberá agua de mar,

de esta obtendrá lo que se pueda.

Se filtrará de forma celular,

no se daña lo que afuera queda.

Tras la separación molecular,

se despacharán por la arboleda.

La energía vendrá del hidrógeno,

este sustentará al electrógeno.


Se capturará donde sea viable,

proveerá a burbujas cercanas.

Se crearán cuevas en lo estable,

guardarán provisiones aldeanas.

Protegerán la fusión responsable,

cubrirán las fortalezas guardianas.

Los talleres alojarán también,

todas unidas a través del tren.


El cultivo será en superficie,

se podrá labrar en lo subterráneo.

Todo lo que en estas se propicie

será de uso doméstico y foráneo.

Tras el reparto vendrá la molicie

o la obra para lo misceláneo

Si faltan elementos los tendremos

de líquenes que toleren extremos.


Llegarán al pie de los continentes

para sacar las rocas necesarias.

Crecerán por montañas prominentes,

absorberán sus vetas millonarias.

Seguirán con precisión las gradientes,

revestirán las paredes lignarias.

El Árbol será quien los alimente,

cuando lo considere conveniente.


Se establecerá una biblioteca

donde las técnicas tendrán manual.

Quien quiera acceder tendrá su beca

para seguir la senda magistral.

El conocimiento será la rueca

con que se hilará el Árbol Cordial.

Fomentará los centros de estudio,

de la paz verdadera es preludio.


No se negará el aprendizaje,

el aspecto que hace al humano.

Este es el foco del tutelaje,

no se admitirá ningún desgano.

No se hablará más de lo salvaje,

su camino no se verá malsano.

El Árbol no juzgará la simpleza,

la comunión con la naturaleza.


En la Declaración de Protección

se explica cómo será el corte.

Se aplicará la separación,

el orden del Árbol será un resorte.

Se terminará con la polución

gracias a sus muros y su gran porte.

El ciclo humano correrá autónomo,

el natural no será heterónomo.


Se desarrollarán con esplendor,

ambos compartirán este planeta.

Fuera, el suelo no tendrá labor;

dentro, su reducción será la meta.

Se desmantelará lo trasgresor,

no se aceptará ninguna treta.

Se cercará la burbuja con parque,

la Mano será quien este demarque.


La estancia será para defensa

o el estudio de la existencia.

Se paseará por la obra inmensa,

sea un viaje sagrado o de ciencia.

Por la reducción habrá recompensa,

se penará el cambio de tendencia.

Las emisiones quedarán prohibidas

salvo que peligren entes o vidas.


Los conductos regularán los restos,

serán transportados hacia cavernas.

Se dispondrán los desechos molestos,

para los fluidos se harán cisternas.

Para entierro, serán como cestos,

para el reciclaje, como duernas.

Se buscará primero su provecho

cuando haya un pedido insatisfecho.


Ya no se sufrirá por el mal clima,

la carencia será cosa pasada.

Del sismo nos aislará la tarima,

la enfermedad será superada.

Nuestra obra dará autoestima,

por ella nadie estará aislada.

Cada burbuja tendrá una salida

para hacer su visita debida.


11.

Deberán respetar lo natural

mientras estén de visita afuera.

Se respeta con impacto neutral,

lo que implica actividad ligera.

Se exceptúa la marcha marcial,

repararán cualquier obra ingeniera.

Quien quiera vivir como visitante

lo hará de manera ambulante.


No se permitirá acción gazmoña

ni trabajos que obtengan peculio.

Quien restaure tendrá carantoña,

se inspirará en el acto tertulio.

Se purgará, al fin, toda ponzoña,

no se escatimará ningún julio.

Lo natural circulará con gracia,

el Árbol hará cualquier acrobacia.


Las semillas serán multiplicadas,

los bosques y selvas rebrotarán.

Fauna y flora serán liberadas,

los ecosistemas renacerán.

No se harán acciones malpensadas,

no tendrá excusa el haragán.

Donde haya conflicto de interés,

deberán trabajar por comités.


Se estudiarán especies extintas

por el trabajo de la Humanidad.

Estas se reconstruirán variopintas,

sus genes tendrán variabilidad.

Primero, estarán detrás de cintas,

luego se soltarán en libertad.

Se considerará cada especie,

patógena no tendrá quien la precie.


Los biomas que sufrieron deterioro

recibirán primero el rescate.

Tendrá el incremento de aforo

si es necesario que se aclimate

El proceso debe ser indoloro,

las medidas estarán en debate.

La intervención humana será rara,

su motivación debe ser muy clara.


Cuando el remedio tenga importancia

se lo aplicará con calma y prisa.

Su mandamiento tendrá observancia,

su instrucción deberá ser bien precisa.

Se corregirá cualquier discrepancia,

se buscará la falsedad omisa.

Los ecosistemas tendrán sutura,

ya no se fracturará la natura.


Estos se mezclarán con sus gradientes,

aquellos que crearon lo diverso.

El Árbol los verá magnificentes,

en su vastedad se quedará inmerso.

La biota tendrá formas sorprendentes,

el medio ambiente estará terso.

El día vendrá en que lo Inefable

esté enfrente nuestro, adorable.


Será lo mismo que nuestros ancestros

experimentaron en nuestro mundo.

Los sentidos se expandirán, diestros,

al recorrer el planeta fecundo.

Habrá cosas creadas sin maestros,

por el devenir de cada segundo.

De todo esto tomaremos nota,

la existencia natural remota.


Por esto, la Mano emite, triste,

la Declaración del Control Climático.

Ve como Sundust crece como quiste

a través de un proceso enigmático.

Sigue el tema y no le ve el chiste,

su funcionamiento es problemático.

Veta la fantasía de control

que busca tapar con polvo el Sol.


Se compadece por quienes sufren tanto,

entiende la seducción del engaño.

Si el planeta desborda por el llanto

es por el acto humano, tan extraño.

Sus designios llenan el camposanto,

pero sigue igual de torpe y tacaño.

Decisiones funestas han construido

el problema, no se irá de un soplido.


Eligió ser feroz ante la tierra,

la hirió sin piedad al ser abyecto.

No daba a basto y fue a la guerra,

se volvió más ruin tras cada proyecto.

Que esperanza vana se aferra

donde devendrá el mismo efecto.

Nos adaptaremos a cualquier salto,

remontaremos el reto más alto.


Seamos fuertes para elevarnos,

libres para cruzar al otro lado.

Este asunto va a arruinarnos,

hagamos que quede abandonado.

Hay tantos sesgos que pueden cegarnos,

traerá un daño casi ilimitado .

Fracasará más temprano que tarde,

la Mano se niega a ser cobarde.


12.

Acepta con humildad el destino,

la extinción vendrá si así lo quiere.

Con la llegada del acto divino,

lo Inefable puede que lo altere.

¿De qué sirve ese miedo dañino

cuando hay trabajo que se requiere?

El muro nos protegerá también

de la amenaza en el desdén.


Atarnos a esta dominación

nos hará sirvientes del mecanismo.

Sundust es una abominación,

es la conjuración del egoísmo.

No hay duda en que la conversión

del aire nos lanzará a un abismo.

Es el producto de un mundo hostil,

un mal sueño, febril, nacido vil


No extinguiremos toda la vida,

pero la dañaremos sin reparo.

Las células encontrarán salida,

mas el cuerpo se volverá muy raro.

Millones de años tendrán cabida

antes que el animal vuelva claro.

Tal vez vuelva lo humano al planeta,

bajo una estrella ya obsoleta.


¿Qué voluntad será la que elija

la temperatura en la que quede?

Candamaruta, o tal vez una hija,

quienes han hecho el daño adrede.

A la corrupción dieron repartija

para poder conseguir cada sede.

Desde la idolatría al dinero

avanzaron con su plan pendenciero.


Su conglomerado ha cooptado

grandes naciones e ilustres personas.

Protegen su crimen por un puñado

de monedas, favores y coronas.

No se extiende al subordinado,

deberá enfrentar a las dragonas

si ya no quiere estar oprimido,

si busca trocar en paz su quejido.


La tentación de alguna ventaja

es la ilusión donde se enmascara.

Solo recibirán una migaja,

mientras ella se coloca la tiara

Su acondicionador capaz trabaja,

ahí lo sabrá hasta gente ignara.

Este hará lo que ella le indique,

quedarán prisioneros de su psique.


Sus decisiones son para dominio,

apoyadas en cómplices y esclavos.

No aceptaremos el latrocinio,

sus proyectos de ser diosa son pravos.

Candamaruta es el exterminio,

la detendrán los ejércitos bravos.

No se arrojará ningún veneno,

el arribo del Sol seguirá pleno.


Volverán a escucharse las voces,

retornará a la senda bendita.

Las chimeneas caerán veloces,

las bombas quedarán para visita.

Finalizarán los actos atroces,

concluirá la captura de dendrita.

No nos contentaremos con paz trucha,

mejor comenzará una feroz lucha.


La Mano completará esa lista,

en esto no habrá quien la demore.

La atacará por cada arista,

se rememorará en el folclore.

Potente, terminará la conquista,

llevará el juicio a Bangalore.

Mejor no comenzar este proyecto.

Así acabó su discurso perfecto.


Las caracolas le dieron proceso.

El capitán soltó un gran suspiro.

El joven aflojó su cuerpo tieso,

evitó reflexionar en el giro.

Los tres descendieron por el acceso,

guardaron la tarima en un tiro.

Antes, Avatar tomó juramento

a la Guardia escolta del evento.


Continuaron con la siguiente fase,

el Árbol era la emoción nueva.

Comenzaron a excavar la base

frente a la entrada de la cueva.

Apartaron al joven de su clase,

le trazaron su carrera longeva.

El capitán lo promovió feliz,

un custodio digno y sin un desliz.


El helicóptero se activó,

iría al Palacio sin escala.

La Junta de Generales cedió,

la Coronación no era tan mala.

El guerrero al frente se montó,

estaría presente en la gala.

Partieron y cruzaron el Mar Rojo,

llegaba el momento del enojo.