Literatura

San Pedro dejó abierto

La rueda corta la niebla.

Mi bicicleta está vieja,

cada semana un poco más oxidada.

Fluimos como un líquido

viscoso.

Los autos cruzan las esquinas

con suavidad.

Todo lo que se mueve

es apenas visible.

Aparecemos y desaparecemos.

El espacio se dilata,

se llenan de gotitas mis anteojos,

no veo mucho más allá.

Nunca vi mucho más allá

pero escucho a los loros

girar en círculos sobre nosotros

y todo está bien.

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