tengo una segunda oportunidad de disfrutar la infancia
la ternura, la inocencia, la libertad de gritar por algo que deseo
desde que dejé de ser niña hasta hoy no lloraba por querer tanto un abrazo
te digo que no quiero aprender nunca a vivir sin amor
y vos me pones una flor en la oreja
con el mismo cuidado con el que se trata a los enfermos
es la delicadeza
es siempre arropar un cuerpo dormido
me das un nombre y vuelvo a ser parte del lenguaje
tengo una segunda oportunidad de disfrutar la infancia
y tengo el deseo de un día leerle cuentos a nuestros hijos
contarles, en voz baja, sobre la historia de las flores, la sacralidad de la luna, la timidez de los árboles, el perfume de la lluvia y la necesidad de fé
sobre cómo todo en la vida se reduce a sentir
cada día me hace creer en lo fantástico, lo cósmico y lo mágico
cada día descubro una forma nueva de amar
deseé esto desde niña
19. lic en letras, uns.