Cartografía del tiempo

en el fondo de esa casa hay un jardín 

(en el fondo de todo hay un jardín)

existe desde el mismo momento que el tiempo

cuando las manecillas del mundo comenzaron a andar, nació el primer lirio 

vidas entraron y salieron de ahi como las palabras en un poema

a veces se escucha la voz de un viejo cantante que tomó, bajo el sol, su último vino

a veces, con los ojos entrecerrados, se perciben las pinceladas de una pintura nunca terminada

y otras veces, el humo del cigarrillo, que ese poeta jamás apagaba, se mezcla con los jazmines

el jardín, su tierra, guarda un poco del perfume de cada uno

el jardín y sus frutos, fueron de otros, son de otros, serán de otros

entre los pastos de ese jardín hundo mis piernas mientras escribo

y el reloj me hace cosquillas en los pies

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