hace un tiempo me siento en una cajita.
nadie me obligó a entrar
fue por gusto.
creo que era cómoda.
yo sabía que era chiquita, que con el tiempo yo iba a crecer y me quedaría pequeña.
y así fue, me quedó chica.
pero estiré las piernas
los brazos
el corazón
para que sea más amplia
para que se pudiera respirar
para que se pudiera ser.
pero me siguió
quedando chica.
cuando me metí en esta cajita
creí que algún día iba a cambiar.
de golpe no seria de un frágil cartón.
nadie debía saber que me sentía apretada.
no quería joder
no quería interrumpir
ni tampoco quería hablar
asi que me agarré la comisura de los labios
y las estiré
todo lo que pude.
un día brotó de mi
algo que olía feo
que hizo un camino rápido
de mis ojos al suelo.
me cristalice,
me quedé quieta,
me puse palida.
me retraje
hasta juntar las rodillas
con el mentón
y lloré un montón.
sin darme cuenta
la caja se rompió