El sol te quemará la cara
te arderá la piel, te saldrán quemaduras,
sarpullidos y ampollas.
Las cucarachas se te van a subir
por las piernas
te van a recorrer todo el cuerpo,
encontraran un lugar dentro de tus cavidades
y el festín serán las entrañas.
Las cucarachas, las hormigas, las arañas.
Todas se harán un gran festín
dentro de la podredumbre de tus entrañas.
Todas las sombras van a venir
a gritarte
y habrán enormes cuerpos despotricando contra tus restos.
Señalarán que no eres nada.
sos simple carroña
basura en descomposición.
Sos el número más bajo de la tabla
Sos la neurona muerta, la que has matado
por tu propia cuenta.
Sos todas las amorfidades
todas las asquerosidades
que se alojan adentro tuyo.
Sos solo las irregularidades.
No sos tus esmeros ni tus esfuerzos.
Tu existencia se reducirá a toda la mierda
que puedas tener adentro.
Y te cuento algo?
no podrás hacer nada contra ello.
Porque las pelucas gritan
en un intento desesperado por salvar el mundo
mientras lo destruye.
Los panqueques tratan de afianzarse
tratan de tener convicción
y no son más que un vago parloteo.
Los patos son un balbuceo de fondo que no aporta nada al estruendoso barullo.
Es entre los dos primeros la gran disputa.
La vida prenderá de un hilo
tan fino, con tanto filo.
Te quedarás sin aire
por las más mínimas tonterías,
porque ya no hay pulmones
ni corazón
que te sostenga.
Los órganos vitales están descompuestos.
Querrás gritar pero no podrás.
ya no tendrás cuerdas vocales
ni oídos que deseen escucharte gritar.
Quedarás atado de pies y manos
a la miseria
y no podrás llorar, ni gritar ni correr.
Sólo quedará la premisa que te atraviesa la sien
«no sos de acá, te vas a tener que conformar»
y el martirio de tener que curtirte a las circunstancias, porque «es lo que toca».
«bienvenido a casa» dirán
aunque no podrás ser más que
un extranjero ingenuo.