Me duele colectivamente mi mundo. Crecer es ver lo propio y lo ajeno con toda su complejidad. No me voy a lamentar de la vida adulta, porque es lo que es: prefiero la sabiduría del «saber lidiar». Nosotros/as lidiamos con muchas cosas, pero al parecer las generaciones anteriores también han lidiado con mucho. Me dijeron hoy que si le dieran a elegir vivir en el mundo actual y el de la Segunda Guerra Mundial, prefieren este. Yo también. Creería que todos/as lo preferimos. Pero también lidiamos, además de preferir… Es más, lidiamos más de lo que preferimos. Somos la generación de la búsqueda y la desilusión. Sí, acabo de decir varias dualidades, un par de disyuntivas, porque vivimos en el «entre»: estudio o trabajo, o ambas. Solo trabajo y cómo consigo mi realización personal (entre el trabajo y el ser uno/s mismo/a) ¿Es mi la paga de mi trabajo proporcional a mis conocimientos? ¿Es mi tiempo de vida válido o indiferente para el sistema o para los/as otros/as?
When I called the mathematicians and / I asked them to explain / They said love is only equal to the pain
Cuando llamé a los matemáticos y / Les pedí que me explicaran / Dijeron que el amor es solo igual al dolor
¿Son los matemáticos capaces de explicar los sentimientos? Poéticamente podemos decir que «el amor solamente es igual al dolor», pero ¿por qué? quizás si medimos la intensidad y profundidad de ambos en su máxima expresión, la conclusión sea que son proporcionalmente iguales en tanto y en cuanto nos manejemos justamente entre las variables «intensidad» y «profundidad»:
amo mucho = vuelo alto rozando la estratósfera
duele mucho = me arrastro en el suelo
Por lo tanto, amar mucho equivale a la máxima altura, así como doler mucho equivale a la mínima altura, casi nivel 0 (casi, porque nivel 0 es la muerte). Entonces, la respuesta tal vez no sea exactamente matemática, sino lógica (me refiero a la lógica como disciplina).
A partir del nivel 0 comienzan los valores negativos, en los cuales:
0 = muerte (sea la razón por la que sea)
valores negativos a partir del -1 al infinito = muerte correspondiente a las variables enormes que están acorde a los niveles de dolor
Sinceramente, no sé en qué valor negativo entra la variable de muerte por suicidio, solo puedo decir que es profunda. Es decir, el dolor tiene que ser tan profundo como para que la vida pierda el sentido en todos sus aspectos y las posibilidades de ver un horizonte sean nulas para el sujeto en cuestión.
Me duele colectivamente mi mundo cuando un joven o adulto joven se suicida, porque imagino y percibo los altos niveles de desesperanza, angustia y desesperación para llegar hasta ese lugar. No juzgo, no me enojo, ese no es mi rol, sino doler. A nuestra generación le duele el mundo y a veces demasiado. Sin embargo, tenemos la capacidad de doler tanto como de amar. No quiere decir que el amor tape el dolor, ambos coexisten y por ello vivimos en el «entre», sabiendo perfectamente que están y suceden. Entonces ¿somos capaces de amar a partir del nivel 1 al infinito? Me refiero: con esa profunda altura.
Una última cosa: los niveles de amor y dolor pueden ser proporcionales, pero no sus razones. O sea, las razones de dolor pueden ser múltiples: economía, realización personal, desamor, necesidades múltiples sin cubrir, etc. Pero, solo se puede amar a otro ser vivo o una actividad a desarrollar, por lo que, las razones de sentir amor son en menor cantidad. Pero ese valor menor, a su vez, es, en peso, equivalente a la suma de razones múltiples que generan dolor.
Amo… o mejor dicho ¡amemos! porque amar es la única oportunidad, proporcionalmente posible a los dolores, para poder lidiar con el mundo.
Tengo 26. Soy de Bahía Blanca. Estudio Letras en la UNS.
Escribí un libro de cuentos y poemas «Contrastes, un poemario «Poemas Siniestros para un suspiro» (subido a Trafkintu) y «En el vacío también transcurren las horas» (también de poemas). Podés seguirme en insta @dama.rixx