Es como una inevitable mancha con aroma agradable y, también, es la brisa en una noche densa que inunda todo el bosque. Cuando duele la dulzura ¿a qué te aferrás? La búsqueda incierta de la más sueve incertidumbre es el camino de ese triste cariño. 

Amar no es suficiente para mantener unidas las almas ni para calmar la sed en medio del fuego. Se prenden los volcanes en la proximidad de los cuerpos, se eriza la piel y todo es un sueño hecho cenizas, porque también hay belleza en el caos. Las llamas arden en la madera sobre la arena, junto al mar, y así nace la convivencia de la contradicción: dos elementos opuestos habitando la playa.

Espero en tus abrazos el cumplimiento de la imposibilidad: dos corazones queriéndose en la incompatibilidad. En sus caricias soy música en movimiento, pero también lágrimas agridulces.