había una paloma suicidada
yo no solo la vi
sino que, efectivamente, era un hecho:
había una paloma suicidada
no es un «como sí…»
ERA así;
seguramente cansada de su vida
se lanzó al vacío
desconsolada y sola
con un hilo atado a su cuello;
cuántos demonios palomines
deben haber asechado su mente
o quizás prejuzgamos su fallecimiento
y se fue en paz
sabiendo que esa decisión
al menos la hacía dueña de algo:
el destino de su muerte.
Tengo 26. Soy de Bahía Blanca. Estudio Letras en la UNS.
Escribí un libro de cuentos y poemas «Contrastes, un poemario «Poemas Siniestros para un suspiro» (subido a Trafkintu) y «En el vacío también transcurren las horas» (también de poemas). Podés seguirme en insta @dama.rixx