Qué hacemos con el deseo trunco
ese que se ve y anhela
pero queda atrapado en la garganta
y nos llena de palabras placenteras e irrealizables
que no son suficientes para saciar
un estómago hambriento
Quizás el deseo sobreviva
más allá de estos versos
tal vez hasta se pueda expresar
con todo el cuerpo en movimiento
bailando lo que no es
sintiendo en cada músculo cómo late lo que podría ser
diciendo con el lenguaje corporal
lo que la voz no puede
Qué desgracia nos resulta
este monstruo de pesadilla permanente
que nos acaricia con sus garras
y se nos mete en la piel
se infiltra en el torrente sanguíneo
hasta llegar a la consciencia
haciéndonos creer
que la sangre tiene sabor dulce
sin siquiera haberla probado aún
Tengo 26. Soy de Bahía Blanca. Estudio Letras en la UNS.
Escribí un libro de cuentos y poemas «Contrastes, un poemario «Poemas Siniestros para un suspiro» (subido a Trafkintu) y «En el vacío también transcurren las horas» (también de poemas). Podés seguirme en insta @dama.rixx