Ay, no serviste ni de monstruo (poema)
Tuve una pena poética por un patético te quiero Fui compañera de Narciso versión La Salada y compartí una pequeña
Tuve una pena poética por un patético te quiero Fui compañera de Narciso versión La Salada y compartí una pequeña
La queja primaria se la debo al corazón la segunda a los ojos por todas las estaciones que sonreí a
Sacrifiqué mi alma por un poco de sangre que alimentara mis ilusiones En el espejo solo se ve la noche
No tenía sentido que nos encontremos así. Yo estaba despeinada, vos recién te despertabas y ninguno (jamás) estaba en sus