POEMAS
PARA
EL
PUENTE
amulepe taiñ kuykuy
que siga nuestro puente
I
cuando veo un puente
contemplo
un lugar
mirando hacia otro
un movimiento
en la mirada
es también un movimiento
en el cuerpo
entonces
porque pensar
puentes
como dicotomías
si mas bien son un proceso
que une ríos
la montaña con el pueblo
el rio con la montaña
nuestro newen
con los newenes de la pacha
también una coordenada de existencia
con otra
y afirmo
los puentes son para cruzarlos
cuando puedas
a un ritmo
propio
seguimos su movimiento
hacia arriba
hacia abajo
se manifiesta espiral
también cuando queramos
que así sea
cuántos puentes elegimos no cruzar?
II
zomo kuyen
trawengü kuykuy
la cuerpa besando
la tierra mineral
junto al río
wangelen leufu
río de estrellas
vibra
con fuerza
susurra
amulepe taiñ kuykuy
qué llegue este abrazo
III
poner el cuerpo
donde el cuerpo
hace carne las palabras
donde la carne se carga
en ese punto
donde la palabra
es vital
la palabra
necesidad
vital
como canto
poético
como música
de la Tierra
se vuelve melodía
a través del puente
y así amanecemos
la palabra
el cuerpo
la melodía
nuestro cuerpo
un puente
—
Jugando con las palabras
me di cuenta
recién
que tu nombre
es un puente
que se abre para cruzar
con sonoridad
para abrir
así
la / g / ya no es más oclusiva
al nombrar-te
G-abri
la / g / es un mundo que gira
en espiral
hacia adentro
hacia afuera
con / g / de
germinar
semillas
gastar
las zapatillas
gozar
libertades
gambetear
la semántica
que se revoluciona
y ningún verbo es el mismo
ya
al Ga-abri-ela-lma
gambetear es abrir el alma
la cancha
el juego
para todas
porque
G-abri es un puente
a la libertad
—
te soñé
era yo
pero eras vos
caminando por un bosque
una senda dorada
y te saliste
empezaste a correr
el viento corría también
lo inundaba todo
llegaste al arroyo
tomar agua y seguir
el propio rumbo
como asumiendo
una vez más
el camino propio
fuerte sobre tu tronco
de raíz
desenraízada y
profunda
te movías por el bosque
con libertad
junto a otres árboles
—
en el tren miré
mis
pies
al descalzarme
y
en ese instante
entendí
porque
estoy
viajando
solamente
con un par de ojotas puestas
viene lindo
igual
con tanta lluvia
insistiendo
—
sube por la planta del pie
la energía
viajera
que la noche diluya en agua
la tristeza
la incertidumbre
que pase
nos invite a reposar nos habite el pecho
la cuerpa toda
para amanecer un día más
enteras
fuertes
livianas
hasta el cuero del cabello
—
profunda
los ojos abiertos
bajo el agua
a veces armónica
otras
ahogada
en un vaivén
y el árbol enraizado
al aire
al tronco que nace
de la raíz
enciende el fuego
para crepitar
poemitas
como lámparas
de sal
y las palabras
por intuición
en espejo cristalino
se desatan
en un abrazo
—
Domingo en caleidoscopio
conmovida
el fuego de la tarde
soy
arderá todo
se consumirá algo
volveré un poco
a atravesar-
me
volveré siempre
a danzar el tiempo
a encontrar-
te
en espejo
hay algo en el aire
un detalle infinito
quiero que dure para siempre
—
Deseo
solo una tarde
al sol
como domingo eterno
jugar a la vera del río
ver atardecer
la nostalgia
quisiera besar
con los ojos
lo que emociona
mi pluma
si al volver
entornas un poco
la ventana
y sacas los dedos
a este aire
entenderías
que no hace tanto frío
que el fuego quema más
que antes
que la ceniza
abona
la tierra
de tus pies
Flor es tejedora, emprendedora, educadora popular y artista. Creció en Comodoro Rivadavia y actualmente vive en Bahía Blanca. Forma parte de Kumelen Newen Mapu, comunidad y organización mapuche, del Espacio Cultural Noroeste y de la productiva feminista Flor de Luna. Es activista militante feminista LGBTQ+. Colabora con diversas editoriales de la zona y la provincia de Córdoba realizando trabajos de encuadernación, edición, corrección y selección de textos.
Es consejera por el área de literatura en el Consejo
Cultural Consultivo ramas artísticas. También forma parte de Trafkintu, cooperativa cultural de escritores. Publicó Poemas para el puente, fanzine autogestivo, y Arbórea, su primer libro de poemas, con el apoyo del fondo municipal de las artes y la comunidad artística.