ARBOLES CAÍDOS
Ayer paseaba,
y por donde fuera,
entre silencios y lágrimas,
una mirada compasiva
entendía la derrota
de años invertidos.
Raíces gigantes,
con la altura de un humano,
hoy, abatidas, sedientas,
desnudan el cansancio de años.
Como presagio de un desencuentro
entre el hombre y la naturaleza,
un feroz torbellino fue sorpresa
dejando arboles caídos,
como piezas de un juego
de ajedrez concluido.
Doblegados al azar,
permanecen hoy:
durmiendo en la acera,
entregados en el suelo
que los vio nacer,
apoyados en su hermano árbol
o inclinados, pidiéndoles perdón por el daño.
Y en lo alto de la ciudad
un pinar que respiraba,
de día y de noche,
lucho, en la soledad, desafiante,
contra vientos descontrolados,
y como soldados
sumisos y enfilados
quedaron mirando hacia el este,
cayendo en cascada de domino.
El paisaje se entristece,
agoniza el verde,
en la melodía quebradiza
de sus ramas, y hojas
que al pasar de los días
algunos, se abrazan esperando otro destino,
o quieran perdurar con brillo
a sabiendas de su final…
la esperanza? Una semilla nueva¡
que bajo la luna llena,
los vea nuevamente crecer.
GABRIELA Diciembre 2023