La hoja le hablo al arbol

Carta de la hoja al árbol…como metáfora del hombre/mujer a quien nos sostiene y crea

Soy parte de ti, y vengo, por ciclos, reflejando tus intentos. Soy una imagen, de las tantas que albergas en tu interior. Soy tu, en una pequeña fracción del imponderable origen de tu esencia.

Soy la que nace, te embellece, viste, ennoblece los propósitos internos. Soy la que baila al viento y recibe el alimento, rayos de sol filtrados para tu cuerpo.

Soy como muchas de mis hermanas, a veces competimos por una recompensa, sin reconocernos parte de lo mismo, decidimos mostrar todas tus facetas.

Soy esa que muere, cuando tu rama ya lo dio todo y nada puede sostenerme. Soy la que sigue bailando para llegar a tus raíces, soy la que en el último solfeo se entierra desmenuzada para nacer de nuevo.

Soy quizá la que nazca diferente, después de atesorar nuevas vivencias soy simplemente una hoja que le escribe a su árbol, origen y razón para dar crédito, en cada ciclo, de su fortaleza.

Como metáfora de la humanidad soy ignorante de mi grandeza, pues recién al desprenderme de la rama y ver la copa del árbol entiendo que en mis venas también lo soy, como los humanos que se da cuenta, al desprenderse de su cuerpo, que hay algo más grande y eran parte de eso.

Carta de la hoja al árbol (poesía)

Soy parte de ti,

y vengo, por ciclos,

reflejando tus intentos.

Soy una imagen,

de las tantas que albergas

en tu interior.

Soy tu, en una pequeña fracción

del imponderable origen

de tu esencia.

Soy la que despierta,

embellece, viste,

y ennoblece tus propósitos.

Soy la que baila al viento,

Y recibe el alimento,

rayos de sol filtrados para tu cuerpo.

Soy como muchas de mis hermanas,

compitiendo por una recompensa,

sin reconocernos parte de lo mismo.

Soy la que pende de tu rama

Lo da todo, hasta que nada

 puede sostenerme.

Soy esa, en la que cada invierno,

coloca, como trofeo, en tu corteza,

un anillo de la experiencia vivida.

Soy la que sigue bailando

hasta llegar a tus raíces,

y al flotar, reconoce su grandeza.

Soy la que, en el último solfeo,

se entierra en tus pies,

desmenuzada, para nacer de nuevo.

Y las semillas futuras aparecerán producto del aprendizaje en este invierno, la soledad y el silencio se convertirán en compañía de nuevas hojas, la oscuridad brotara a la luz, aquella que nos hace crecer y por momentos recordare, después de haberme preguntado, mostrado, y transpirado en este invierno…que lucir y ser una parte del frondoso árbol esta en mi esencia.

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