Tengo, o mejor dicho me tiene, un poema de nombre Sangre y Vidrios.
Es un poema temible, nunca escrito. Es misterioso, extraño, como pisar una paloma. No tiene forma de nada. Rueda, vuela, se arrastra como todo antipoema que rima con la muerte…
Es adictivo y repulsivo, pornográfico, morboso… Me gustaría leerlo algún día, fumarlo hasta expirar.
Ojalá alguien lo escriba y lo arroje al fuego.