todos los lugares y situaciones en los que tuve o pude haber tenido un ataque de ansiedad
a mi amiga Zeta a los cuatro años, cuando me comí una cucaracha. estaba adentro de un sorrentino de verdura.
Dicen que el humor entra a la mente por la puerta de atrás y cuando te querés acordar te está agarrando el estómago. Pero no lo dice la ciencia, lo dicen los humoristas. ¿Debemos por eso asumir que es falso?
Existe una falsa dicotomía que separa cuando una película, una novela, una canción, es “cómica”, de cuando es “en serio”. Como si en vez de un lenguaje que puede hablar de las cosas, el humor fuera un desvío, un lugar apartado “para que la gente se olvide un poco de sus problemas”.
Ya quisieran los grandes poderes internacionales que eso fuera así.
Y si parece que el humor no habla de nada, ahí es cuando más deben preocuparse, porque eso siempre significó que está preparando algo grande, una revuelta, y que saldrá a la calle lanzando pasteles como bombas molotov y minando con cáscaras de bananas el campo de los enemigos.
Pero no lo dice la historia, lo dicen los humoristas.
a mi amiga Zeta a los cuatro años, cuando me comí una cucaracha. estaba adentro de un sorrentino de verdura.
Hoja 1Septiembre 2016 Hace varios días que tengo la idea de empezar una notación de mis gastos, pero por algún