Bajo la sombra del setenta y tres,
en mi pluma se entrelaza el eco,
del Cordobazo, grito y anhelo,
donde el pueblo escribió su trova y después.
En las calles, el ardor persistente,
cuerpos unidos, clamor insurgente,
frente a la opresión, puño valiente,
en la historia, un capítulo potente.
Entre letras que cruzan barricadas,
mi tinta fluye como barricada,
contra la injusticia, llama alzada.
En Rosario, la memoria se abre,
un hecho que en el alma se labra,
y en mi verso, la lucha se celebra.
Mi poesía nace del silencio y la contradicción, explorando lo oculto y lo reprimido en el alma humana. Escribo para desmantelar las máscaras que nos definen, cuestionando lo que decimos y lo que callamos. Mis versos son preguntas sin respuestas, invitaciones a ver más allá de lo evidente. Cada palabra es un reflejo de lo que tememos enfrentar, de lo que guardamos en lo más profundo.