ÉL, jinete en la tormenta, pisando las calles asoladas,
La ciudad del amor; Mágina alada.
Él y su cabello de medusa
Que me deja enmudecida
Como si mi boca no quisiera
Pronunciar,
Y quiere renunciar
A enunciar
El momento en el que reina el silencio
Y las palabras no hacen falta.
Signo insonoro,
Signo universal del lenguaje
Él, alto jinete de linaje que dá pasos al vacío,
Pasos a la libertad
Bajo el sol que envuelve su piel de mora
Y demora,
Mis ojos perdidos en el tiempo del ahora.
Sobre el reflejo de las flechas que corren a toda velocidad como una bala que penetra la oscuridad
De mi pecho desolado;
Pecho que de tan mudo, se deja hacer
Luz terrestre de un nuevo caos,
De una nueva era,
Y Él, luz celeste habitante de esta tierra.