Camino un camino gris
Tengo las piernas de plomo,
Subo los escalones y esos segundos son más fieros que el infierno,
Levanto la vista y soy mirado, como un leproso, como un roñoso.
Me clavan los ojos y siento que todo el aire me es devuelto, me aferro a una gran baranda, quitan sus manos las señoras, todos se van atrás, hacen una gran cola.
Perdón el doctor no me lo dijo, quería que trabajara largas horas quemando las cubiertas que habían dejado todos esos trabajadores mal pagados.
Camino un camino gris casi liso, también me arrugo como erizo. Llego a casa y ya no puedo ni acostarme, me da vértigo levantarme.
Me aferro a las barandas, grito:
Soy el gris obrero, soy el de la piel con pelo, soy el pan del médico fabriquero.