Cuando tu sonrisa no me encandila el alma,

No tiene sentido ni el aroma del café caliente en las mañanas,

el olor a tierra mojada previo a la tormenta

o ese primer rayo de sol un domingo de mayo.

Los días grises pierden la magia y solo son eso, grises, indefinidos

ni blanco ni negro, opacos, sin luz ni oscuridad.