Confesiones de una muerte absurdamente narcisista

Hace cuanto estoy acá no es el problema, el verdadero problema es cuanto tiempo queda, se muy bien que soy y que no, tengo certeza de que no hay oportunidad evidente de sortear el dolor, me han comentado que la mejor manera de vivir es ignorando todo eso, no se realmente si los que me recomiendan esa solución son reales estoicos o me mintieron toda la vida pero por alguna razón no les creo, será que nací con una condición que me impide a diferencia de ellos, ¿sentir menos? ¿Vivir más a gusto?, no creo que todo sea tan severo, pero creo que simplemente me aburre y me frustra lidiar con esto, tal vez no soy el que peor la pase en el mundo, pero, ¿es realmente ese un argumento válido para no deprimirme? Para mi no, o al menos en estos momentos creería que no, soy un exagerado un egoísta y un llorón, no se lo puedo negar a nadie crecí con esas condiciones, he escrito mas para el resto que para mi mismo, por suerte no me siento vulnerable al contar esto, ya no hay quien pueda alterarme.

hay veces que uno se siente agotado y no hay explicación racional, me cansa buscarle lo racional a todo, pero es que te lo exigen, si yo ahora quiero sentarme en el piso a no hacer nada mas que vagar entre recuerdos y reflexiones por varias horas, ¿Cómo lo explico sin parecer un procrastinador desprolijo y vago? Encima en el piso, se pensarán que caí rendido…, probablemente sea así, pero, ¿Quién gana todas sus batallas? Déjenme tranquilo acá, sentado. Sería raro que llegue mi vieja y me vea en esta situación, ¿Qué pensara? No creo que al llegar y verme en este estado piense “uy, pobre hijo, sucumbió al absurdo de la existencia y decidió partir a sus recuerdos mas profundos”, probablemente su primera reacción sea decirme “que haces boludo, levántate que se te ensucia el pantalón, sos tan raro a veces”, y algo de razón tiene, no lo de raro, pero lo de boludo si, el piso de mi habitación mínimo no lo barro hace unas cuantas semanas, un desastre lo sé.

Después de un rato de sentado me decidí por continuar con mi día, planificando todo para, de una vez, acabar con mi vida., si, así como dije, puede resultar rara la conclusión, pero como les dije, no hay un motivo racional para todas las cosas, estoy cansado y aburrido, no hay altruismo ni sentido religioso en mi decisión, el vacío es lo único que siento cercano, pienso que no esta del todo mal soltarle la mano a la esperanza cuando ya hace un tiempo que nada funciona, me siento un tornillo desenroscado que se oxido por falta de mantenimiento, me abandonaron bajo la lluvia y bueno, me oxide, no hay problema, vamos a probar con caernos por completo.

Mi idiotez ya notable quiso “romantizar” a mas no poder el acto, por lo que decidí poner un poco de música para ambientar el momento, como no soy un gran conocedor de la música clásica y poner “viernes 3am” me parecía muy explicito me decante por buscar “instrumental de jazz” y listo, que sea lo que yo (Dios) quiera. Las armoniosas melodías decoraron la habitación con una elegancia tal que no pude evitar frenar todo pensamiento que tenia en ese momento para bailar, con la misma gracia que un trapo de piso, pero bailar en fin, unos 30 minutos, sin hacer absolutamente nada más, sin pensar en nada mas que en la música que invadía con dulzura mis tímpanos, pensando aquella música como una charla entre el piano, la guitarra y el saxo, yo era una simple espectador de tal dialogo pasional, atontado hasta el momento en que empezó a sonar una canción en especifico que me hizo temblar, “Night Light” de Gerry Mulligan Sextet, desconozco quienes son, pero al escuchar esa melodía algo me fue otorgado, una paz misteriosa, tan similar a aquello a lo que siempre quise llegar, en ese momento decidí buscar cualquier tipo de sustancia toxica que pudiera ingerir y sentado en la cama empecé a tragar una por una mientras en los auriculares seguía sonando esta misma canción en bucle, me acosté mirando fijo un punto negro en el techo, mientras lo miraba con el desenfoque de mis ojos ese punto se movía de forma irregular, se alargaba y desaparecía, después de un rato empecé a dudar si ese punto realmente estaba ahí, o si era en realidad una línea, realmente no me interesaba saberlo, solo era mi mente divagando, seguí mirándolo hasta entrar en un estado de euforia indescriptible, al primer momento pensé que lo había causado un movimiento realmente inesperado del punto negro que llevaba mirando mas de 30 minutos, luego recordé que probablemente sea causa de la cantidad de toxinas que ingerí, “ya se acerca el final” pensé en ese momento, ¿Qué dirá mi vieja al verme así? ¿se pondrá triste al ver mi cuerpo ya sin vida?, o pensara que estoy dormido y cerrara la puerta para dejarme descansar?, ¿me dirá algo al llegar y al no recibir mi respuesta se preocupara?, no lo sé, supongo que nunca lo sabré, pero al menos encontrara una desgarradora carta de despedida que escribí a mano alzada y sin pensarlo mucho, un par de poemas muy truchos que tiene que publicar para ver si me hago famoso post mortem y una instrumental de jazz sonando en los auriculares del muerto, ósea yo, todo bien adornado, todo bien dramático, como a mi me gusta.

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