El calor agobiante se vio levemente ganado por unas pauperrimas gotas de lluvia. 

Me encerré en el cuarto, cansada de la monotonía, de la ropa, del trabajo. Alumbré mi habitación con velas y me entregué al rock and roll.

Ese rock que en mi juventud me hizo sentir viva y que me inspiró a escribir,

Con La gata a mis pies, las guitarras eléctricas eran mi banda sonora que me invitaba a extrañar a mi yo de antes. 

Recuerdo lo soñadora que era, lo valiente, y lo orgullosa que estoy de la que fui. 

Pero esos acordes del pasado fueron mi espejo, y ya no era esa chica, estaba triste, cansada, vencida por la rutina.

Era la que necesitaba armar una playlist para añorar un pasado mejor. 

Miro al techo e imagino el cielo.

¿Ruta donde estas? Dónde está mi segundo aire que no llega? 

¿Dónde quedaron los recitales con mis amigos? ¿Dónde quedaron mis ideales? ¿July, dónde estás?

Si la encuentran, me avisan. 

Continuará….