Los nervios comían cada parte de mi ser.

La angustia me robaba el sueño

Y el miedo presionaba mis entrañas.

Fue necesario doblarme de dolor.

Llorar e implorarme perdón 

Perdonarme para poder avanzar.

Perdonarme para no caer.

Caer…

 en las pastillas que decoran de una manera cruel  mi cartera 

Creer en los monstruos que se apoderan de mi alma buena.

Perdonarme para re encontrarme con la que fui.

Tomar impulso y alzar la voz.

Valiente y frágil a la vez.

Dije «acá estoy yo».

Enfrente machirulos y puse límites.

Grite por mi y me sentí mejor.