Había salido de mi cabeza y ya era parte de mi.

Me miraba cuando me bañaba y hablaba conmigo mientras cocinaba.

Algunos me decían soñador, pues nadie podía verlo como yo.

Sus pestañas arqueadas me distraían y me llevaban directo a su mirada, sus ojos fuertes y desorientados me invitaban a la locura. 

Locura que se apoderaba de mi en las noches, y que me pedía salir  a recorrer los ríos sin saber nadar. 

Le encantaba la oscuridad como a mí, nos llevábamos bien,tan bien que éramos tóxicos.

No me dejaba mirar la luz que a veces la necesitaba para seguir viviendo. 

Masticaba mi cerebro con sueños suicidas, invadía mi cuerpo con dolores inexplicables.

Inexplicables para quienes no me conocían, increíbles para quienes no creían…y se burlaban, se burlaban de mi dolor y menospreciaban mis ideas. 

Pero siempre, siempre estaba ese Ndetavy, que tomaba terere conmigo abajo del árbol de mango a las 3 de la tarde, y que cada día me convencía un poco más, de que solo con el, estaba mejor. 

 El era parte de mi, solo el y yo, dibujando, creando y expresando que la locura me quemaba por dentro.

Inspirado en un dibujo de mi amigo Jimmy Vera.

Dejo su usuario de Instagram, es un artista tremendo !si quieren tatuarse en Formosa, vayan a verlo a el  @jimmyvera7444