Su perfume sabía cómo perdurar en las sábanas de aquella cama.
El cuerpo sentía las réplicas de aquel terremoto que pasó por su piel.
La pasión quedaba grabada en la mente como una película,
Como una obra de arte que emociona dejando temblorosa la carne.
Los recuerdos eran tan fuertes que podía llamarlo.
Era solo cuestión de pensar en el para atraerlo de por vida.
Los sábados no eran los mismos sin la fusión que producían sus cuerpos.
No sabían si era amor
Pero no podían separarse…