La primera vez que supe
Que nuestros lazos
Iban a perdurar en la eternidad
Pasó hace mucho…
Pero lo recuerdo bien.
Estabas parada en el marco de la puerta
Te vi desmoronarte frente a mis ojos
Pesé que iba a tener que juntarte del piso con una pala.
Te sostuve en mis brazos
Te escuche llorar
Comencé a sentir
Una desbordante necesidad
De lagrimear también
Aunque no tuviera motivo.
Te abracé con fuerza
Como si tratara de unir
Las piezas que se habían roto
Recogí tus pedazos
Levanté con cuidado las esquinas frágiles
Acaricié tu pelo
Maldije entre dientes
A quién hubiera tenido la osadía
De hacerte daño
Y nos quedamos así un rato.
Nos sentíamos únicas y solas
En medio de este bosque extraño
Siempre tuvimos las mismas raíces
Aunque nuestras copas crecieron separadas,
Nuestras ramas
Se bifurcaron en distintas direcciones,
Pero nuestras raíces
Permanecen entrelazadas.
Somos cultivo del mismo germen
Esquejes del mismo tallo
Frutos del mismo árbol
Herederas de la misma tribu
Y aún así,
Haber compartido sangre
Nunca nos había acercado tanto
Como ese momento.
Profesorado y Licenciatura en Historia en la UNS. Poesía contemporánea (hago catarsis bah). Vértices, caminos, vórtices (2016) en la editorial artesanal Homoludens. Insomnia (2023) digital en Trafkintu. Coconductora de Radio TFK y redactora en 8000.