Hay palabras que no escribo,
que no digo, que postergo,
que serían como acariciarla una vez más, una vez última.
Hay palabras que son las huellas de su nombre.
Hay palabras que no escribo,
que no digo, que postergo,
que serían como acariciarla una vez más, una vez última.
Hay palabras que son las huellas de su nombre.