¡Fuera! ¡Fuera!
Desaparezcan de una vez, inutiles parasitos que habitan en mi cerebro.
Desaparezcan y no vuelvan, juren por su podrida sangre que no van a volver a atormentar mis días
Yo, que soy dueña de mis uñas
dueña mi piel,
de mis manos al caer y rasguñar toda la tierra,
que escapo hasta en los sueños de la muerte,
que nunca llega a tocarme..
ya no puedo ser parte del proceso Kafkiano de falsa metamorfosis
Y vos, vos que estás sentadx ahí otra vez; en el mismo lugar, una y otra vez, tomando tu café ¿acaso no saboreas esta involución?
¿será que las larvas no llegaron hasta tu taza hoy?