Las palabras mueren
entre mis dientes
antes de llegar
a mis labios
Se ahogan en ese dolor
de garganta fría
llena de angustia
de las no certezas
Se suicidan entre gritos
entre preguntas no dichas
entre acusaciones filosas
entre súplicas ahogadas
Mi boca es un cementerio
de palabras y preguntas
Mi lengua es la cripta
de eventos que no pasaron
A veces me pregunto
y me respondo
qué hubiese pasado si
Pero sé la respuesta
Por eso asesino preguntas,
descuartizo oraciones
y destruyo comentarios
Antes de que me ahoguen
Pero nunca se van
siempre las llevo conmigo
bailan en mi garganta
que llena de muertos, muere
Y así mi vida es silencio
el silencio atroz
de lo no dicho
y lo no hecho