Esquina
Mamá, mentile a la abuela cuando hable de la casa propia que sólo es posible en mis más felices sueños
Durante mucho tiempo la pregunta fue por el ser de la literatura y después se pasó al para qué sirve la literatura. Más sensata que la anterior, esta pregunta dio lugar a muchísimas repuestas, casi infinitas según la posición adoptada. La literatura puede describir cómo echan humo las chimeneas de las fábricas o puede tomar la palabra para afirmar su propia imposibilidad de hablar.
El asunto es que, como designa un vacío, la literatura es siempre lo que pasó antes. Por eso se frustraron los intentos de fijar una definición. Cada vez que se dice “es esto”, la literatura ya está en otra parte.
Igual que en las Metamorfosis de Ovidio, cuando a Filomela le cortan la lengua y la encierran, pero igual se las arregla para contar su historia: la borda en una tela. Luego se convierte en ruiseñor, y quién sabe qué más ocurrió después.
Como en el mito, la literatura no tiene otra obligación que la de mutar. Dicho de otra manera, la literatura es siempre lo que está por venir.
Juan José Guerra
Primer poema Dame tiempo para encontrarme a mí misma para encontrar mi independencia Y realizar mis sueños Date tiempo para
Liturgia de mozo que flora en barro Macerado pura sangre el pozo que el viento cabe a galope, de estirpe
ARBOLES CAÍDOS Ayer paseaba, y por donde fuera, entre silencios y lágrimas, una mirada compasiva entendía la derrota de años