10/08
sentí el peso de la vida en ojos ajenos penetrarme y mis piernas abrirse para luego parir la angustia engendrada
Durante mucho tiempo la pregunta fue por el ser de la literatura y después se pasó al para qué sirve la literatura. Más sensata que la anterior, esta pregunta dio lugar a muchísimas repuestas, casi infinitas según la posición adoptada. La literatura puede describir cómo echan humo las chimeneas de las fábricas o puede tomar la palabra para afirmar su propia imposibilidad de hablar.
El asunto es que, como designa un vacío, la literatura es siempre lo que pasó antes. Por eso se frustraron los intentos de fijar una definición. Cada vez que se dice “es esto”, la literatura ya está en otra parte.
Igual que en las Metamorfosis de Ovidio, cuando a Filomela le cortan la lengua y la encierran, pero igual se las arregla para contar su historia: la borda en una tela. Luego se convierte en ruiseñor, y quién sabe qué más ocurrió después.
Como en el mito, la literatura no tiene otra obligación que la de mutar. Dicho de otra manera, la literatura es siempre lo que está por venir.
Juan José Guerra
Mi vida, ¿cómo te explico? Estoy mal y quiero seguir, no puedo ir con vos, congelas el tiempo, me dejas
Soy una persona curiosa A veces escribo poesía conocedor de historias Sísifo, hoy es mi protagonista. Lo sentía lejano pero
Te juro que te entiendo Lo hago a pesar de que me digas guacha Apesar de que te responda, irónicamente,
Encontré una foto nuestra permanece como marca página en un libro que nunca termino de leer. La foto me recuerda
Quiero paz otra vez Pero no recuerdo cómo se sentía Ni la última vez que la experimenté. ¿Acaso fue de
Si después de tantas palabras no queda nada, Si se desvalorizan con el tiempo, Si las miradas se desgastan, Si
Como flor, como planta, como animal Como cualquier otro no-humano de nuestra realidad. Con colmillos o espinas Con piel o