Confesiones de una muerte absurdamente narcisista
Hace cuanto estoy acá no es el problema, el verdadero problema es cuanto tiempo queda, se muy bien que soy
Durante mucho tiempo la pregunta fue por el ser de la literatura y después se pasó al para qué sirve la literatura. Más sensata que la anterior, esta pregunta dio lugar a muchísimas repuestas, casi infinitas según la posición adoptada. La literatura puede describir cómo echan humo las chimeneas de las fábricas o puede tomar la palabra para afirmar su propia imposibilidad de hablar.
El asunto es que, como designa un vacío, la literatura es siempre lo que pasó antes. Por eso se frustraron los intentos de fijar una definición. Cada vez que se dice “es esto”, la literatura ya está en otra parte.
Igual que en las Metamorfosis de Ovidio, cuando a Filomela le cortan la lengua y la encierran, pero igual se las arregla para contar su historia: la borda en una tela. Luego se convierte en ruiseñor, y quién sabe qué más ocurrió después.
Como en el mito, la literatura no tiene otra obligación que la de mutar. Dicho de otra manera, la literatura es siempre lo que está por venir.
Juan José Guerra
Hace cuanto estoy acá no es el problema, el verdadero problema es cuanto tiempo queda, se muy bien que soy
– Por lo general nos dormimos a las doce horas. Siempre vos antes, lo que me da oportunidad de mirarte.
A las tres de la tarde, el tímido sol mantiene una distancia severa respecto del horizonte, como si se negara
Existira siempre un dilema en mí, soltar o acompañar a la salida a aquello divino que aparece y desaparece. Tan
1. Van arrastrando una garrafa llena de cocaína por avenida Corrientes para el lado de provincia, perdiendo polvo en cada
Tengo una molestia, una incomodidad. No sé a qué se debe, o si es real. Me irrita, todo y nada.
Si no sufro Todo me es indiferente, Maldito sentimiento bruto De querer herirme siempre, Se puede aprender sin perder, Se